Frenar la corrupción es tarea de todos

Bilbao

El martes estuve en la UPV, en la clase de políticas de Alfredo Retortillo. Tenía curiosidad por ver cómo explicaban los futuros politólogos los últimos casos de corrupción.

La verdad es que volví un tanto desesperanzada. Porque sin llegar a Hobbes, ví a los alumnos muy negativos sobre la condición humana. Su tesis es que es la sociedad entera la que está podrida....y en ese maremagnum de funcionarios o empresarios corruptores diluyen la responsabilidad de los políticos. Es injusto y peligroso, me dijeron, desacreditar la política. Sin ella, sólo quedan las dictaduras.

A partir de ahora, la clave que extraje es el control. El interno, que deben establecer los propios políticos; el externo, el que una sociedad preocupada por lo público debe exigir a sus representantes. Y el de la prensa, que, me recriminaron: no nos hemos olido lo que ocurría, en vez de ejercer una vigilancia y una presión que les obligara a comportarse éticamente. Como ven, salí con deberes para todos.