Los bomberos vascos tendrán una ley propia
El Gobierno propone unificar y centralizar la formación en Arkaute, endurecer la titulación de acceso y modificar las categorías, una vieja demanda de los profesionales

Un bombero participa en un simulacro de incendio en el interior de un tunel / IREKIA

Vitoria
Los bomberos vascos dispondrán de una “norma con rango legal propio” al estilo de la Ertzaintza que pretender destacar su “relevancia social” y corregir algunas lagunas y disfunciones con el fin de garantizar la prestación del servicio en todo el territorio, según han explicado a Cadena SER Euskadi fuentes del Departamento de Seguridad, autor de la propuesta legal que desde este lunes está en fase de información pública.
Se trata del anteproyecto de la ley reguladora de los servicios de prevención y extinción de incendios y salvamento que aborda de forma específica e independiente una actividad que hasta ahora regulaba la ley de gestión de emergencias, que en estos momentos tramita el Parlamento vasco.
Una de las principales novedades pasa por el tratamiento que da a la formación que será igual para todos los bomberos que existen en Euskadi. Hasta ahora, cada cuerpo gestionaba su propia formación, hasta el punto de no tener validez en Vitoria la obtenida en Bilbao y viceversa, por poner un ejemplo.
Según fuentes consultadas, la ley corrige esta circunstancia, otorgando la competencia de formar y reconocer profesionalmente a los bomberos a la Academia de Policía y Emergencias de Arkaute o en su defecto a centros homologados para tal fin.
Otra de las novedades que persigue la nueva normativa es endurecer la titulación mínima para ser bombero que, según esas mismas fuentes, Seguridad quiere elevar a un FP2 o Bachiller. En la actualidad, basta con acreditar el graduado escolar o haber superado la ESO.
Además, la ley trata de atender una vieja demanda de los profesionales y actualiza las categorías profesionales elevando de C2 a C1 las de cabo y bombero y de C1 a B la de suboficial.
A través de 33 artículos, divididos en 5 capítulos, 6 disposiciones transitorias, una derogatoria y una final, la norma regula también la figura del bombero voluntario y el bomberos de empresa que deberán disponer de una acreditación emitida por la Academia de Arkaute, la segunda actividad, el documento de acreditación o el número de identificación que deberá estar visible en el equipamiento.
La ley atribuye a los bomberos la condición de agente de autoridad, que ya tenían, pero que ahora precisa detallando en qué situaciones podrá ejercerla de forma razonable y proporcionada con el fin de extinguir o prevenir un incendio y proteger a las personas.
Así, los bomberos podrán dar órdenes a la policía, entrar en inmuebles por la fuerza, ocupar vehículos sin consentimiento del titular, cortar la vía pública y el tráfico o el desalojo y clausura de locales.




