Moyes se queda a 0

San Sebastián

La Real Sociedad abrió con empate sin goles (0-0) ante el Deportivo de La Coruña en Riazor la etapa del escocés David Moyes, que vio desde el banquillo cómo sus jugadores perdonaron al rival en la primera mitad y acabaron sufriendo para conseguir su primer punto. El resultado apenas sirve de mucho, porque suma diez puntos en doce partidos, y sigue viendo demasiado cerca las plazas de descenso. Al menos, Moyes logró que la Real no encajara un gol por primera vez en toda la temporada. No es mucho, pero por algo se empieza. Y no es poco viendo el carrusel de goles en contra que sumaban hasta ahora los donostiarras.

En su debut, el técnico escocés mantuvo el estilo que había aplicado el técayudante, Asier Santana, en el partido que dirigió como interino a la Real Sociedad, ante el Atlético de Madrid (2-1), aunque con cuatro novedades en el once, tres de ellas obligadas por las bajas de los defensas Íñigo Martínez y Mikel González y el centrocampista Xabi Prieto.

La Real, que en defensa dejó sensación de fragilidad, explotó las virtudes de su ataque y llegó con facilidad al área coruñesa, donde Agirretxe pidió a los diez minutos penalti por un claro agarrón de Alberto Lopo en un saque de esquina. El equipo donostiarra encimó al Deportivo, Fabricio salvó con la cara un disparo de Canales que se encontró de repente y la Real descubrió las vergüenzas del rival en un contragolpe que desperdiciaron Agirretxe, Canales y Vela ante el lateral Juanfran, que exhibió velocidad y aguante para echar por tierra una ocasión inmejorable. La Real falló demasiadas ocasiones claras.

En el descanso, Víctor Fernández cambió el cerebro de Juan Domínguez por el músculo del polaco Wilk y el equipo contuvo mejor a la Real Sociedad, aunque no evitó que Vela y Canales armara la pierna desde la frontal para obligar a Fabricio a intervenir. Con todo, El Deportivo avanzó metros, Insua tuvo el gol en un saque de esquina que cabeceó en el segundo palo a las manos de Zubikarai, y Vela respondió colándose entre Luisinho e Insua para acabar enviando el balón al lateral de la red.

Poco a poco, la Real fue perdiendo presencia en ataque, se fue replegando, y acabó achicando balones para defender con uñas y dientes el punto que parecía en el bolsillo. Al menos, dejó la portería a cero y sostuvo bien las acometidas finales del Deportivo.

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