'Bizing': paseando la vida en bici por Asia

Vitoria

Escucha aquí la entrevista con Mikel López de Luzuriaga, un bicicletero alavés que ha pedaleado a lo largo de 8 meses por 11 países desde Vitoria-Gasteiz hasta Bangkok. La aventura ha supuesto 14.000 kilómetros de camino y un “viaje al interior” muy especial.

Lo llamaron Bizing. Era un sueño de hacía años: recorrer mundo a lomos de la bici; conocer nuevos paisajes, nuevas culturas, desconectar. “Queríamos salir, queríamos ver mundo. Queríamos ver con nuestros propios ojos cómo es la gente, cómo vive la gente, otras religiones”. El proyecto comenzó a tomar forma en marzo: Bilintx, Iker y Mikel partían de Vitoria rumbo al este. La ‘Ruta de la seda’ era su objetivo, aunque el recorrido estaba abierto al cambio.

Durante cuatro meses los tres amigos compartieron camino; los cuatro últimos han sido una ruta en solitario de Mikel, que acaba de volver a casa y que –confiesa- todavía está aterrizando, reordenándose por dentro: “llego con ganas. Tenía muchas ganas de ver a la familia, los amigos, Vitoria, Álava, el entorno; me encanta. Pero bueno, poco a poco”, dice.

Han sido 14.000 kilómetros de rodada y muchísimas experiencias. También de ‘puertas adentro’; Mikel asegura que el mismo viaje te limpia como persona, que es algo inevitable.

Y es que tanto pedaleo da para mucho: para sufrir con el calor del desierto de Turkmenistán, para tener algún que otro encontronazo con el ejército en tierra de frontera, para que la policía china entre como un elefante en una cacharrería en tu habitación de hotel, para encontrarse con muchos trotamundos, para disfrutar de paisajes increíbles y –sobretodo- para descubrir que las personas, vivan donde vivan, comparten una misma esencia. Mikel destaca por encima de todo las experiencias humanas: “todo el pueblo musulmán en Asia central ha sido increíble. Cómo se ha portado con nosotros, cómo se porta con el viajero; es algo cultural acoger al viajero, invitarle a comer, a dormir; se interesan muchísimo y notas que es sincero […] la gente vive igual que en otros lados […] cuando estás mano a mano no hay tanta distancia como se nos hace creer […]una cosa es el gobierno, la religión y otra cosa es la gente “.

Mikel recuerda con especial cariño su encuentro con un adolescente en Kirguistán, cuando comenzó su ruta en solitario ya sin Bilintx -ni Iker que había dejado el viaje antes-. Un chico –Ishnazar Abdujapar- que le había estado vigilando con unos antiguos prismáticos desde la lejanía apareció entre las montañas montado en un burro: "¡yo no sabía que los burros podían galopar!", ríe. El chaval le invitó a pasar el fin de semana con su familia y Mikel pudo aprender cómo cuidan de los animales, cómo ordeñan sus yeguas. “Kirguistán fue el punto álgido del viaje”, asegura.

Después de ocho meses de aventura toca ahora una parada. Mikel sabe que volverá a viajar y aunque la experiencia en solitario de los últimos meses de Bizing ha sido enriquecedora, le gustaría que el próximo proyecto fuera en compañía. “Reconozco que es mucho mejor compartirlo con alguien”. De momento, ya anda pensando en cómo hacer para que otros disfruten –al menos- del relato de su viaje; quizá para la próxima ‘Semana de la bicicleta’. Hasta entonces, quienes quieran echar un vistazo al diario de bitácora-con fotos- del viaje puede entrar en: http://www.bizingaway.wordpress.com/