En recuerdo de Mari Luz

Abadiño

Unos 150 trabajadores de la empresa Inyectametal de Abadiño, de la que se había jubilado Mari Luz Alejo, asesinada ayer junto a su madre, se han concentrado hoy en silencio durante cinco minutos en esta planta en repulsa por estas muertes y en recuerdo de una compañera "a la que todo el mundo tenía aprecio".

Ambas mujeres, por cuyo asesinato ha sido detenido el marido de Mari Luz, fueron encontradas ayer sin vida, con signos de violencia, en su domicilio del barrio de Matiena.

La hermana e hija de las víctimas las halló muertas en su domicilio, cuando fue a informarles de que su marido y yerno había sido encontrado golpeado y atado por los pies en un montacargas en la carpintería familiar, que además se había incendiado.

Durante la concentración, la planta de Inyectametal ha parado su producción. Con este acto silencioso, los empleados de esta factoría han tratado de expresar el duelo por la muerte de estas mujeres y su solidaridad con sus familiares.

"Hay una tremenda tristeza entre los trabajadores, porque había trabajado 40 años en la empresa. Era una persona que siempre estaba dispuesta a echar un cable y nunca había tenido ningún problema con nadie", ha declarado a Efe Joselu Bikandi, uno de los empleados.

Convocadas por el Ayuntamiento de Abadiño, cientos de personas se concentraron en la tarde de ayer a escasos metros de la vivienda de las víctimas para condenar estos asesinatos