Esto no es el Rio Ave
La dinámica de rotaciones del técnico del Valencia no es la adecuada para conseguir sus objetivos
Fui el primero en reconocer el excelente planteamiento de Nuno ante el Barça. Supo entender el partido que le convenía y el Valencia mereció mucho más que ese 0-1 con el que Busquets castigó a Mestalla en el maldito minuto 93. Lamentablemente, el análisis de la eliminatoria copera -y, con ella, de todo el método de (no) rotaciones desarrollado por el portugués desde septiembre- debe ser otro. Muy diferente.
El jardín en el que se metió Nuno en la vuelta de Copa contra el Rayo Vallecano tiene sus orígenes en el arranque de la temporada. Prácticamente desde la primera jornada, ha confiado en un once inicial fijo. Excepto leves matices (Vezo-Shkodran Mustafi / Piatti-Feghouli), las rotaciones únicamente han llegado provocadas por lesiones y/o sanciones.
¿Tan malo es Zuculini?
Futbolistas que aterrizaron en el club con impronta de importancia han participado poco o nada. Es el caso de Rodrigo De Paul -sólo el alarmante cortocircuito de Rodrigo Moreno animó a Nuno a ponerle de inicio ante el Rayo en la pasada jornada de Liga- Orban o Zuculini, uno de los grandes misterios 14/15. ¿Tan malo es? Según Pellegrini, no. ¿Tan mal está? Seguro que no. Porque estar peor que Filipe Augusto es complicado.
Forzado por su nula tendencia a realizar modificaciones durante los primeros tres meses de competición, afrontó el partido de Copa en Vallecas sabiendo que tenía muchos jugadores dentro prácticamente sin minutos. Y los puso a casi todos. El resultado: 70 minutos infumables que camufló la remontada del equipo originada al 50% por Cobeño y De Paul.
Lejos de cambiar el libreto, este martes persistió en el error. Cambio en la portería, defensa inédita (sigo pensando que Cancelo no es "mejor opción" que Joao Pereira en ninguno de los casos) y un pivote defensivo al que Mestalla le viene gigante. La consecuencia fue el correcalles frenético del que cualquiera de los contendientes pudo haber salido vencedor. Afortunadamente, fue el Valencia. Pero Nuno concedió excesiva ventaja a Paco Jémez.
Los tres cambios de golpe
Desde el once inicial hasta el planteamiento de partido buscando el intercambio de golpes con un dibujo de equipo larguísimo. Por no hablar de la negilgente decisión de realizar los tres cambios en el descanso no guardándose al menos uno para prevenir alguna posible lesión o buscar un futbolista de corte más defensivo en caso de remontada.
Dirigir a un grande de Europa conlleva manejar de forma eficaz plantillas largas, profundas. El Valencia no puede jugar hasta junio con un bloque de 14 futbolistas. Hay fondo de armario y una segunda unidad de garantías. Para emplearla en Copa... y en la Liga. No todas las eliminatorias pondrán en el camino una garba como la de Cobeño o un estratega suicida como Paco Jémez, capaz de hacer un cambio defensa por defensa con 2-4 a favor en Mestalla. ¿Cuál es el motivo de proporcionar tantas oportunidades a Cancelo y Filipe Augusto? ¿Por qué no juegan nunca Joao Pereira y Zuculini? ¿No hay alternativas tácticas a la excesiva dependencia en Javi Fuego? ¿Cuándo veremos un dibujo que permita actuar de inicio a la sociedad Negredo-Alcácer?
Esto es el Valencia. Con giros populistas vacíos de contenido y construiyendo frases compuestas de las palabras 'Mestalla', 'fantástico' y 'gracias' no basta. O no debería bastar. Por mucho que el entrenador sea amiguete del dueño.
Fran Guaita
Jefe de Deportes en Radio Valencia y director de SER Deportivos Valencia