La apertura de la cárcel de Siete Aguas se retrasa hasta 2018

Valencia

La cárcel de Siete Aguas no estará en funcionamiento hasta 2018. Son las previsiones que maneja el gobierno central, que para el año que viene ha consignado 18 millones de euros. El delegado del gobierno señala que no hay más urgencia, que el centro de Picassent no está al cien por cien. Valencia es la única de las tres provincias que tiene sólo un centro penitenciario.

Castellón tiene la cárcel Castellón I y la de Albocàsser; en Alicante están las de Fontcalent y Villena. En numerosas ocasiones los funcionarios de prisiones han denunciado la masificación y malas condiciones de Picassent, pero el delegado considera que no está al cien por cien, la nueva prisión se hace con la suficiente previsión como para hacer frente a necesidades futuras. Es lo que argumenta en declaraciones a la SER el delegado del Gobierno Serafín Castellano.

La prisión de Siete Aguas, oficialmente Valencia II, comenzó a construirse en 2010, debería estar terminada ya hace un año. Por eso a los sindicatos no les sirven las explicaciones del conseller, asegura que a pesar de lo que dice Castellano, Picassent sí está saturada. De hecho, mantiene el mismo número de reclusos que hace unos años, unos 2.300, cuando la media de reducción en el resto de prisiones ha sido del 20%. Y eso, con menos personal cada año que pasa. Por eso Albetro Téllez, portavoz de Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP), apunta que hace falta una política de Estado sobre instituciones penintenciarias, sometidas muchas veces a los vaivenes políticos.