Debió sentenciar

El Sevilla se colocó a las puertas de los cuartos de final de la Copa del Rey, pero debió sentenciar la eliminatoria. El conjunto de Emery tuvo ocasiones para traerse al Sánchez Pizjuán una goleada definitiva, pero Iago Aspas, que salió en la segunda parte, falló tres clamorosas ocasiones. Así es el fútbol, pidió minutos y tuvo su peor día de cara a la portería contraria.

Realmente, el Sevilla no debe tener problemas en la vuelta frente a un equipo muy inferior, pero el gol en el último minuto de Lass, un fortísimo lanzamiento de falta por el palo de Sergio Rico, impide que hablemos de una eliminatoria acabada.

Los de Emery ganaron casi sin despeinarse. En la primera parte, con el orden de Banega, el peligro de Deulofeu y la movilidad de Gameiro fue suficiente para ponerse por delante en el marcador, a pesar de las facilidades que una y otra vez dio Arribas, muy desdibujado. El extremo del Barcelona pide a gritos más minutos y ayer lo volvió a demostrar asistiendo, desbordando y marcando. En la segunda parte, el Sevilla desaprovechó sus ocasiones y el Granada le dio algo de interés a la vuelta. Lo peor de todo, sin duda, la lesión de Nico Pareja. Una contractura que lo retiró del partido y hace que sea seria duda para el domingo.

Si todo va con normalidad, y no como ocurrió con el Racing la temporada pasada, tendremos cuartos de final de nivel para comprobar si el Sevilla puede ser aspirante al tíitulo.