Rubén, como siempre
Primera victoria de Mel en su segunda etapa, con su goleador como protagonista, con dos tantos y una asistencia a Jorge Molina.


La vida sigue igual. El Betis es Rubén Castro. Él marca el camino de su equipo. Si aparece, está inspirado y le llega el balón, la victoria es una posibilidad. Si no es así, todo se complica. Está más que demostrado. Es mejor no pensar qué sería este equipo sin Rubén Castro. Marcó el primero de penalti; el segundo, excepcional, y asistió a Molina en el tercero.
El partido y sus circunstancias fue un regreso al pasado. Victoria del Betis con Mel en el banquillo y goles de Rubén y Molina. Esa es otra de las notas positivas de la primera victoria de Mel, la recuperación de Jorge Molina. Provocó el penalti, absurdo, del primer gol y volvió a marcar. La misma delantera de 2010, por si hay alguna duda de la labor de la secretaría técnica.
El partido tuvo cosas positivas y negativas. El Betis intentó llevar la iniciativa, más que en otras ocasiones, pero sin demasiado éxito. Y tuvo cierta alegría en ataque con un futbolista más y marcador a favor. Incluso, aportó Matilla, que entró al campo entre pitos y salió lesionado y ovacionado. Sin embargo, mantuvo errores habituales. El gol de Ifrán fue de patio de colegio y la escasa aportación de los jugadores de banda, preocupante.
En definitiva, una victoria siempre arrastra elementos positivos, pero no debe ocultar que el equipo necesita refuerzos, pronto. La idea de Mel será posible si el equipo es reforzado de una vez por todas. Están en ello… parece.




