Como en la Euroliga

Valencia

En el partido más importante del Last 32 de la Eurocup, ante uno de los mejores juegos interiores de la competición, este es el parte de guerra de los pivots de Valencia Basket. Lishchuk fuera de combate por una recaída de la lesión muscular que se produjo hace dos meses. Loncar baja de última hora por unas molestias en la espalda. Pablo Aguilar lesionado en sus primeros minutos en pista con una contractura. Y todavía hay quién se pregunta en la entidad de Hermanos Maristas si es necesario realizar fichajes. Ante semejante panorama, Dubljevic (20 puntos, 13 rebotes) y Harangody (14 puntos, 7 rebotes) tuvieron que jugarlo todo. El montenegrino 38 minutos y Luke 34. Ambos fueron lo único potable de un equipo que vuelve a sucumbir lejos de La Fonteta. 

Los responsables de la cúpula del club partidarios de no realizar la incorporación del 5 encontrarán coartadas en la planilla. Valencia Basket dominó el rebote (36-45) y consiguió la mayoría de sus puntos a través del frontcourt. Pero hay que ir mucho más allá. Y analizar la escasa capacidad de intimidación.  Y los tremebundos problemas, una vez más, para frenar al base y al pivot rival tras pick and roll. Delaney y Randolph camparon a sus anchas durante toda la tarde. Como Arroyo, como Spanoulis, como Erceg, como Marjanovic... Seguro que la historia les suena. 

Eso sí, nadie puede negarle al vestuario que dirige Perasovic los redaños que ponen siempre. Sin excepción. Sólo de esa forma se explica el arreón de los minutos finales en los que cinco puntos de Dubljevic y cuatro de Romain Sato redujeron una diferencia de veinte (70-50) para matizar el average y posibilitar que Valencia Basket tenga opciones de acabar primero de grupo. Si ambos equipos cumplen ante Asesoft y Nancy -así debería ser- La Fonteta decidirá. Ojalá que para ese día el club ya haya incorporado el center que tanto necesita. Entre otras cosas.