Los acusados por el desalojo de Kukutza niegan que conocieran una orden de desalojo
Los 23 jóvenes se han sentado en el banquillo con la única acusación de la Fiscalía, que pide una multa conjunta de 22.000 euros y para uno de ellos, la pena de tres años de cárcel por atentado contra la autoridad


Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 21 de septiembre de 2011. Una veintena de jóvenes durmieron en Kukutza sobre el que había un "riesgo" de desalojo. Según el escrito de acusación del Ministerio Público, la movilización organizada durante aquellos días obligó a aplazar un primer intento y "recabar el apoyo de la Ertzaintza para otro momento". Los acusados han negado que conocieran con certeza quién era el propietario del inmueble, que "llevaba vacío años", y han explicado que "después apareció" la empresa Cavisa, pero fue algo que conocieron después de los incidentes. Han explicado que la decisión de dormir en la azotea fue voluntaria como un "gesto de solidaridad" con un proyecto, el del gaztetxe de Kukutza, que era un "referente" para el barrio de Rekalde. Todos han enmarcado esa campaña de movilizaciones, el "despliegue cultural", que trató de cubrir con actividades día y noche el recinto, en el "riesgo" de desalojo, aunque nunca recibieron una notificación "firme". En su declaración también han mencionado "una vía abierta" con el ayuntamiento de Bilbao, con quien se estaba intentando buscar un acuerdo para mantener abierto Kukutza.
La Fiscalía les acusa de un delito de usurpación del inmueble y a uno de ellos, O.A., de un delito contra la autoridad por presuntamente haber lanzado un bloque de hormigón contra los agentes de la Ertzaintza, y pide la pena de tres años y un día de cárcel. Lo ha negado, también el resto de jóvenes que, sin embargo, han sostenido que recibieron "una lluvia de pelotas de goma" sin aviso previo. Sí lanzaron fuegos artificiales pero "hacia el cielo para avisar" al barrio.
En declaraciones a los medios, el abogado de la defensa, Iñaki Carro, ha asegurado que "no hubo delito porque para eso tiene que haber un daño y en este caso, el único damnificado es el barrio de Rekalde que ha perdido un referente". El juicio continuará con los testigos y también se tomará declaración a los agentes de la Ertzaintza que participaron en el operativo.




