Incertidumbre ante el Alavés-Osasuna
El posible hielo en el césped de Mendizorroza influirá en la decisión final del colegiado Figueroa Vázquez

Un operativo de 40 personas ha trabajado para eliminar la nieve que cubre Mendizorroza / Deportivo Alavés

Vitoria
El partido de fútbol de Liga Adelante entre Alavés y Osasuna peligra considerablemente ante la tormenta que azota estos días Alava. La intención del club albiazul, en cualquier caso, es la de hacer todo lo posible para que se dispute. Cerca de 40 personas entre operarios del club y colaboradores habituales comenzaron ayer, a las 9 de la mañana, a retirar el manto blanco del césped. Harina de otro costal es el tema del hielo.
El colegiado del partido, el sevillano Jorge Figueroa Vázquez, se personó ayer en Vitoria. La decisión definitiva, en cualquier caso, se ha de tomar esta mañana con la presencia de los delegados de los dos equipos. Es posible que Osasuna ni siquiera salga por la mañana de Pamplona y que espere la comunicación de su enviado. En caso de no jugarse, todos a sus casas y, si se disputa el choque, emprenderían el viaje para llegar a comer (entre ambas capitales hay apenas 90 kms de autopista).
El Alavés ha entrenado toda la semana en pabellones bajo techo. El lunes lo hizo en la Ciudad Deportiva del Baskonia y, de miércoles a viernes, en Betoño (antiguas instalaciones deportivas de Michelín) donde hay un campo de hierba artificial indoor. Los ejercicios, en cualquier caso, distan bastante de lo que se hace en campo grande debido a las dimensiones. Alberto López ha dispuesto partidillos de cinco contra cinco durante estos días y ejercicios musculares individuales.
Osasuna, por su parte, ha podido retirar esta semana la nieve de medio campo de hierba artificial de Tajonar pero ayer viernes ni siquiera lo consideraron y marcharon a Olite, donde tuvo lugar una sesión especial por la tarde. Se da la circunstancia de que los navarros ya aplazaron el partido del pasado domingo ante el Real Zaragoza por las mismas causas (está previsto que se dispute el martes 12 de febrero, harto improbable tal y como están también las cosas en la capital navarra).
Otro problema al que se enfrentan los rojillos es el correspondiente al desplazamiento de sus aficionados. Están previstos autobuses y trenes con salida a las 10 de la mañana desde Pamplona. Lo normal es que, a esa hora, aún no se haya tomado una decisión sobre el aplazamiento (prevista más bien hacia el mediodía o incluso minutos antes del partido). Y hablamos de unos 2.500 navarros en ruta de una ciudad a otra. También habrá mucha gente que viaje en coches particulares y, ahora mismo, las condiciones de la carretera no aconsejan siquiera coger los vehículos.

Javier Lekuona
Licenciado en Ciencias de la Información por la Complutense de Madrid. En radio, ha trabajado en Radio...




