Un grupo de personas ocupan un camping abandonado en Calafell

El antiguo camping "El buen vino" de Calafell, situado en frente de la estación de trenes, hace siete años cerrado. Un grupo de ciudadanos decidió que ese espacio debía aprovechar y no podía continuar en esas condiciones: hace más de un año, la Asamblea de Parados del Baix Penedés comenzaron a acondicionarlo, limpiando toda la suciedad que se acumulaba y habilitándolo para poder entrar a vivir.

Actualmente hay seis personas que han convertido este antiguo equipamiento turístico en su nuevo hogar. Muchos hace más de un año que están, pero también duerme gente que está de paso por el municipio, sobre todo en verano. Ocupan los recintos cerrados, es decir, los espacios que antes eran la recepción, el supermercado o el bar. En cuanto a los suministros, recogen el agua de la lluvia con bidones y tienen pinchazo la luz.

Esta peculiar familia creada a partir de la necesidad de tener un techo está convencida de sus acciones. En Juanma uno de los habitantes, dice que no hacen daño a nadie: "no tengo trabajo y hago un bien. La gente del pueblo no puede estar en contra nuestra porque mantenemos limpio un espacio abandonado". Por el momento no han recibido presiones policiales para marchar.

Mirando hacia el futuro

Su intención es abrir este espacio a todo el pueblo para convertirlo en una especie de centro cívico y acoger actividades o actuaciones musicales. De hecho, durante el pasado verano ya se hizo algún concierto.

Denuncias judiciales

El caso se encuentra en los juzgados. Según fuentes municipales, los propietarios de los terrenos ya han presentado formalmente denuncias para acabar con la situación.

El ayuntamiento, por su parte, asegura que no puede tomar medidas al respecto porque se trata de una propiedad privada. En el nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal se prevé que una parte de esta parcela acabe siendo suelo urbanizable y el resto sea zona verde. Ahora bien, todavía no hay ningún proyecto sobre la mesa.