“Considerar las preferentes como algo sencillo es un insulto a la inteligencia”
Un juez de Madrid condena a Caja Madrid a devolver 250.000 euros en preferentes a un anciano y carga con dureza contra los que alegan que eran un producto apto para inversores minoristas
Madrid
“Considerar este producto (por llamarlo de alguna forma) como algo sencillo y de fácil comprensión es un insulto a la inteligencia, y constituye un auténtico sarcasmo considerar que es apto o idóneo para el inversor minorista”. Quien se expresa en estos términos para hablar de las participaciones preferentes no es un portavoz de una asociación de afectados, o de una víctima cuyos ahorros quedaron sepultados en este complejo producto bancario: es Javier Mauleón, magistrado titular del juzgado de primera instancia nº 68 de Madrid, en una sentencia en la que condena a Bankia a devolver los 250.000 euros que un anciano invirtió en preferentes de Caja Madrid en mayo de 2009.
La sentencia explica lo mismo que otros centenares de textos jurídicos en torno a la venta de preferentes a inversores minoristas: el anciano fue asesorado para adquirir preferentes “desatendiendo todas las circunstancias que claramente exponían su inadecuación a sus necesidades y la imposibilidad de comprensión del producto. Negamos que se haya acreditado que el personal de la oficina comunicara que era deuda perpetua y la posible pérdida de capital” de forma que pudiese ser comprendido por el anciano.
Una sentencia llevada por el equipo legal del despacho Cremades y Calvo Sotelo, y que devuelve sus ahorros a Luis, de más de ochenta años de edad: “Yo llegaba allí y decía que no me importa ganar menos, yo lo que no quiero es perder lo que tengo. Hasta el 2009 he estado confiando, cuando me enteré vi que me habían engañado”, afirma el afectado a la Cadena SER.