El derbi aumenta las dudas

Eibar

Todo el mundo esperaba en Eibar que el derbi contra el Athletic de Ipurua sirviera de medicina y ayudara a romper la pésima dinámica de cinco derrotas seguidas. Pero sirvió para todo lo contrario. Para aumentar la negativa dinámica en la que anda metido el equipo armero y, para colmo, para acrecentar más si cabe las dudas que rodean al equipo entrenador por Garitano. Porque el Athletic fue superior al Eibar, que acusó en exceso el único gol del partido y adoleció de la capacidad de reacción que sí se le ha visto en otras ocasiones. Un derbi histórico en Ipurua, un derbi triste y negativo para el Eibar.

El encuentro fue muy abierto en los primeros minutos, en los que los espectadores disfrutaron con los futbolistas, que jugaron con mucha velocidad y verticalidad. El Athletic comenzó atacando con decisión y las tres primeras jugadas se desarrollaron en el área de un Eibar que se defendió inicialmente. El partido comenzó a animarse cuando lo hizo el equipo eibarrés. Así, nuevamente respondieron los guipuzcoanos en un testarazo de Piovaccari que se fue fuera. Más clara todavía fue la oportunidad de Manu del Moral, quien tras un contragolpe disparó con la pierna izquierda, aunque paró Gorka Iraizoz, el guardameta del Athletic que hace años jugó de azulgrana.

Poco después, Guillermo también provocó peligro en un contraataque, pero quien finalmente marcó fue Gurpegi, en el minuto 36, al cabecear en el área pequeña un buen centro desde la derecha de Óscar De Marcos.

Los eibarreses buscaron el empate nada más empezar la segunda parte, con un disparo de Manu del Moral que Gorka Iraizoz despejó de puños. El juego bajó en la segunda mitad, porque el Eibar dominó, pero sin crear peligro, a un rival que se echó atrás y cerró espacios a su portería. En poco o nada cambió el guion del encuentro la entrada, en el tramo final, de Aduriz y Susaeta.

En definitiva, pocas conclusiones positivas puede sacar el Eibar de este derbi contra el Athletic. Porque ahora sí está inmerso en una tesitura nueva hasta ahora para el debutante en Primera: la de tener que calmar los nervios porque la zona de abajo se acerca cada vez más peligrosamente. Sigue teniendo la misma ventaja con la zona de descenso, algo que le permite ver con cierto optimismo el horizonte a pesar de la mala racha, pero esta derrota ante el Athletic le obliga descaradamente a puntuar, incluso ganar, en el Ciudad de Valencia contra el Levante. Porque otra derrota le dejaría con sólo dos puntos de ventaja sobre el descenso a la espera de que la siguiente jornada visitara Ipurua el todopoderoso Barça. No hay que desanimarse, pero urge una reacción ya.

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