El Valencia ante el espejo
Nuno optó de nuevo en el Calderón por la fórmula que permitió campeonar la temporada pasada al Atlético de Madrid
Valencia
Si hubiera que definir con una palabra al Atleti de Simeone que la pasada temporada consiguió campeonar en Liga y no levantó la Champions por un puñado de segundos, desde luego no sería excelencia. El técnico argentino optó -y sigue optando- por la fórmula de la intensidad, de pelear por cada rechace, de buscar la segunda jugada, de trabajar de forma exhaustiva la estrategia. Cada jornada que transcurre, y fundamentalmente ante rivales de alto pelaje, el Valencia de Nuno se aproxima a esa fórmula del éxito.
Así ocurrió anoche sin ir más lejos en el Vicente Calderón. Uno de esos escenarios en los que el fin justifica los medios. El equipo que dirige Espirito Santo priorizó el repliegue intensivo, las coberturas, las ayudas defensivas y el esfuerzo permanente a cualquier otra variante táctica. Feghouli y Piatti, fundamentales con sus llegadas en las últimas semanas, realizaron un juego más sacrificado y gris para tapar las internadas en los carriles atléticos.
La fórmula funciona, porque el puntaje del equipo la legitima. En el Manzanares nadie recuerda si la temporada pasada se aburrieron más o menos. El paso del tiempo disipa lo ambiguo. El único recuerdo de la 13/14 es la Liga conquistada en Can Barça. Y la caricia a la Champions durante más de una hora.
Algo similar ocurrirá en Mestalla cuando termine agosto si finalmente el equipo disputa la máxima competición continental. Nadie recordará si el Valencia estuvo brillante en Córdoba o Cornellà. Aunque un sector del entorno, con el que me siento plenamente identificado, exige al técnico que en determinados estadios y fundamente en casa la apuesta debería ser más vistosa. La inversión realizada en fichajes proporciona muchas más alternativas de las exhibidas por la plantilla hasta la fecha.
Eso sí, optar por la fórmula Simeone, que fue hace años la de Benítez (máxima concentración defensiva, repliegue, búsqueda del contragolpe...), tiene una contrapartida negativa. Sólo es defendible en un grande si llegan los títulos o, como mínimo, se cumplen objetivos. Que así sea.
Fran Guaita
Jefe de Deportes en Radio Valencia y director de SER Deportivos Valencia