Prisión "tras perder el control" cuando hacía una pintada contra el paro

Aisha Fernández Rodríguez ingresará en prisión en nueve días después de que haya sido condenada a cuatro meses de cárcel por resistencia a la autoridad cuando se encontraba realizando una pintada en la pared en la que se podía leer: 75% de paro juvenil en Canarias. La cifra, que era cierta, fue lo de menos, dado que lo que ha "condenado" a Aisha fue su reacción, apuntan desde el Cuerpo Nacional de la Policía. "La pintada era una falta", aseguran las mismas fuentes policiales. Ella conviene en que reaccionó de forma airada y se resistió a ser detenida, sobre todo, dice, porque inicialmente el agente que la custodió iba sin el uniforme y Aisha requirió su documentación. "Es una manera de intentar achantar, como se hizo con Guacimara Vera. Es la política del miedo", denuncia Aisha.

Según el atestado, Aisha agredió a un policía y por ello se le acusó de "atentado contra la autoridad" y dentro del vehículo policial rompió la ventana a puñetazos. De hecho, testigos de lo ocurrido han trasladado que Aisha Fernández perdió los nervios y "no dejó de insultar a todo el mundo" e incluso "rompió una puerta de un vehículo". Coinciden las partes en que la situación se tornó tensa.

El abogado de la joven pidióel habeas corpus, que le fue concedido. Se trata de una figura jurídica que busca "evitar los arrestos y detenciones arbitrarias", en base a preservar derechos básicos de la persona arrestada, como por ejemplo estar consciente. Este hecho, sostienen diferentes fuentes policiales consultadas, pone de relieve lo ocurrido.

Aisha Fernández sostiene que la policía nacional está llevando a cabo lo que ella denomina "la política del miedo". "Voy a entrar con la cabeza bien alta y con el puño izquierdo arriba. Soy marxista y tengo claro mis principios. Me esta´n metiendo por defender los derechos de la mayoría. Lo que están haciendo es una injusticia más y esto va a terminar estallando", destacó.

La joven es independentista y ha trabajado en el sindicato Intersindical Canaria, además de ser activa en movilizaciones y protestas contra los recortes y la situación de emergencia social que vive Canarias. Pesa sobre ella, por un asunto privado, una condena previa a trabajos en la comunidad lo que le ha impedido evitar ir a prisión por su reacción tras la detención cuando hacía la pintada.