Un carnicero se libra de pagar 6.000 euros por el ruido de sus máquinas
La Audiencia de Bizkaia ha obligado al carnicero a cesar estas emisiones y estima que no puede considerarse el "daño moral" provocado a los vecinos, dado que el ruido se encontraba dentro de los límites autorizados


Bilbao
La Audiencia Provincial de Bizkaia ha admitido el recurso presentado por un carnicero de Basauri y ha anulado su condena a resarcir con 6.000 euros a dos de sus vecinos por el daño moral causado por el ruido de sus máquinas.
Sin embargo, mantiene la obligación que le fue decretada por el tribunal de de cesar en el uso de la cámara y el mostrador de frío de su carnicería para evitar el ruido o, de forma alternativa, adoptar las medidas técnicas necesarias para que su funcionamiento no emitiera vibraciones.
La Audiencia ha considerado probado que las cámaras frigoríficas utilizadas por este carnicero de la calle Urbi de Basauri producían un "ruido intermitente" que se interrumpía cada quince minutos, para reanudarse de nuevo.
Según los peritos que intervinieron en el juicio, el ruido entraba dentro de los límites máximos señalados por la normativa, si bien reconocieron que resultaba "sumamente molesto" y que "vivir con él era complicado".
Además, coincidieron en que era "remediable" y podía corregirse con una inversión de unos 800 ó 900 euros en la instalación de amortiguadores.
Aunque la Audiencia ha obligado al carnicero a cesar estas emisiones, ha estimado que no puede considerarse el "daño moral" provocado a los vecinos, dado que el ruido se encontraba dentro de los límites autorizados




