Hay que parar a Rice
La primera premisa para conseguir el pase a semifinales pasa por frenar el talento ofensivo del base formado en Boston College
Valencia
Si Carles Durán ha aprendido algo del partido de ida en La Fonteta, sin duda que está relacionado con un cambio en el guión defensivo para esta tarde en Moscú. Tyrese Rice, que no es precisamente un desconocido en el planeta FIBA, dinamitó a Valencia Basket con 27 puntos y 5 asistencias. Hizo lo que quiso, como quiso y cuando quiso. Si hoy goza del mismo margen para el dominio del juego, es prácticamente imposible que el actual campeón repita final dentro de dos meses.
La baja de Sam Van Rossom no ayuda precisamente. El base belga se lesionó el pasado domingo en el recital ante el Barça (93-73). Padece una microrotura fibrilar en el vasto externo de la pierna derecha y es muy posible que tampoco pueda jugar el próximo fin de semana ante Baskonia. Lesionado Samy, la responsabilidad de parar a Rice recaerá en Nedovic -no es precisamente un especialista defensivo y además no está al cien por cien- y en Guille Vives, quien muy probablemente saldrá en el cinco de inicio.
Como ya ocurrió por ejemplo en la fase final de la Copa del Rey, el estado físico de un número importante de jugadores no és el idóneo. Además de la lesión de Van Rossom, Carles Durán cuenta con la mencionada duda de Nedovic, y las de Loncar y Lishchuk, con una fisura en el dedo y un problemas muscular respectivamente.
En el caso de conseguir el pase a semifinales, Valencia Basket ya conoce el nombre de su rival. Será el Banvit turco, que anoche se deshizo del Paris Levallois por 75-71. Dos clásicos del baloncesto FIBA, el base Earl Rowland (ex Unicaja) y el escolta Sammy Mejia (ex CSKA Moscú), lideran el juego de perímetro del equipo otomano.
Fran Guaita
Jefe de Deportes en Radio Valencia y director de SER Deportivos Valencia