La Complutense se enfrenta al futuro

Madrid

Ha sido el primer debate entre todos los candidatos, aunque en la práctica ha sido un cuatro contra uno. A dos semanas de la primera vuelta de las elecciones a rector de la Complutense, los rivales de José Carrillo le culpan de dejar una Complutense anticuada y en la que no fluye la comunicación entre todos sus departamentos.

Este primer duelo de ideas marca la primera cita electoral de mayo en Madrid. Una cita en la que cada uno de los candidatos representa además diversas opciones políticas, desde el progresismo de Carrillo o Andradas a la cercanía de Federico Morán con el actual gobierno (fue Secretario General de Universidades) o la simpatía de Rafael Calduch por UPyD.

Hay ideas en las que todos confluyen. Fundamentalmente, la necesidad de aumentar las inversiones en investigación, proyectar la Complutense hacia un mayor prestigio internacional y encontrar fórmulas que puedan facilitar a los alumnos el pago de las tasas. Pero a partir de ahí, los reproches a la labor de Carrillo han sido continuos. Federico Morán le ha acusado de realizar una gestión "que nos ha hecho perder estudiantes y proyectos de investigación", Carlos Andradas considera que "se ha escondido información en temas fundamentales y no hemos sido capaces de aprobar unos estatutos", Rafael Calduch asegura que "no se puede seguir el camino de un equipo que ha llevado a la Complutense a la crisis", mientras que Dámaso López propone una "política diferente en cuanto a financiación y en cuanto a su negociación con las autoridades de las que dependemos, sobre todo en Madrid".

Carrillo por su parte ha recordado a Morán su pertenencia al Ministerio de Educación que ha elaborado la reforma universitaria del 3+2 y ha culpado a elementos externos, como los recortes y la subida de las tasas, de ser los culpables de la crisis por la que pasa el sistema universitario. "A pesar de los recortes que han venido desde el Gobierno central y desde Madrid hemos mantenido la Complutense a flote sin despidos ni recortes salariales", ha recordado Carrillo.

Todos los candidatos han mostrado prudencia a la hora de hablar de la aplicación del 3+2. Unos creen que no es una imposición, como es el caso de Morán, otros piensan que la reacción ante ese decreto no la puede decidir sólo el rector, como ha dicho Calduch y Carrillo, por ejemplo, es partidario de no aplicar esa reforma.

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