Dura estocada
El conjunto armero pierde en los Juegos del Mediterraneo por culpa de dos errores puntuales, suma tres derrotas seguidas y se queda dos puntos por encima del descenso antes de jugar contra Sevilla y Valencia

GRA219. ALMERÍA, 26/04/2015.- Los jugadores del Eibar tras perder por 2-0 ante el Almería al finalizar el partido de la trigésimo tercera jornada de Liga que disputan en el estadio de los juegos Mediterraneos de Almería. EFE/Carlos Barba / Carlos Barba (EFE)

Dura estocada la que ha recibido el Eibar esta tarde en los Juegos del Mediterraneo. Su derrota 2-0 contra el Almería le deja muy tocado, porque se enfrentaba a un rival directo al que podía dejar descolgado de la pelea por la salvación, y lo que ha hecho es darle vida y meterse un poco más (mucho má de lo que ya estaba) en el lío de la permanencia en Primera. No respira el equipo armero, aunque tampoco deja de respirar. Queda tocado con esta derrota, pero no hundido, aunque sí es verdad que el descenso se queda a sólo dos puntos de ventaja cuando tiene que jugar en las dos próximas jornadas, entre el miércoles y el domingo, en tanto cinco días, contra Sevilla y Valencia, dos equipos que pelean por clasificarse para jugar la Champions League la próxima temporada. Casi nada.
Lo cierto es que la derrota en Almería se puede resumir en dos jugadas: las de los goles recibidos por el conjunto armero. Porque la primera viene precedida de un córner a favor que de forma incomprensible se envenena y termina en un contragolpe matador de Thievy para fusilar desde la frontal a Irureta. Imparable. Y el segundo llega tras un penalti inocente de Didac Vilá a Wellington Silva, que le busca descaradamente al lateral catalán y cae en la trampa del extremo arlmeriense. Verza tampoco falló desde los once metros.
Antes que todo eso, el Eibar había salido con una propuesta más conservadora, consciente de que de entrada el empate le servía más que al Almería, por lo que los andaluces tendrían que salir a por la victoria con más descaro, dejando más huecos en defensa, por lo que la idea era buscar las contras con la velocidad de Manu Del Moral y Saul Berjón y el buen trabajo en la mediapunta de Arruabarrena. Eso funcionó con más o menos acierto hasta el gol de Thievy. El Eibar tenía sus opciones en transiciones rápidas, mientras el Almería tenía más la pelota, pero sin crear excesivo peligro. Pero el 1-0 cambió completamente el panorama del partido.
Garitano se vio obligado a csmbiar su idea inicial. Consciente de que la derrota no le servía de nada, salió con todo en la segunda parte, con Piovaccari y Lekic en ataque. Y su equipo lo agradeció. Empezó a tener más presencia sobre la portería de Rubén, y aunque no tuvo ocasiones excesivamente claras, sí rondaba el empate más que el Almería el segundo gol. Hasta que salió Wellington y se la lió a Didac Vilá. Con 2-0 fue un quiero y no puedo, una sensación de impotencia grande, porque el Almería ya estaba bien plantado y hacía mucho daño a la contra a un Eibar que, valiente, buscó acortar diferencias. El problema era que tampoco convenía irse de todo alegremente al ataque, porque otro gol del Almería hacía que le ganase también el golaverage, y al menos el equipo armero rescató ese valioso tesoro, menor que la victoria, pero que tiene pinta, tal y como están las cosas, puede ser fundamental a final de temporada.
- FICHA TÉCNICA:

Roberto Ramajo
Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa...




