La Paloma ya está instalada en Sagüés

San Sebastián

Una docena de operarios de diferentes gremios ha participado en los trabajos que  comenzaron a media mañana de ayer cuando llegaba el gran camión tráiler que ha trasladado las dos piezas de la escultura de Néstor Basterretxea. Unas obras que han provocado la curiosidad de los paseantes que han estado entretenidos observando la operación. El movimiento de las dos grandes piezas se ha llevado a cabo con una gran grúa pluma que las ha izado una detrás de otra.

La escultura de Basterretxea llega a su nueva ubicación después de que en la empresa Vitripol de Errenteria hayan terminado los trabajos de limpieza y reparación de la pieza que se prolongaron por espacio de un mes. Un emplazamiento decidido por el equipo de gobierno de Bildu que no gusta a los partidos de la oposición que son partidarios de colocar la pieza bien en la Zurriola, bien en la plaza Aita Donostia de Amara.

La escultura ha reunido en los micrófonos de ‘Hoy Por Hoy San Sebastián’ ha familia, artistas y representantes de Gesto Por La Paz. Gorka Basterretxea, hijo del escultor, lejos de querer ningún tipo de interpretación o vínculo político, celebraba la vuelta de la Paloma de la Paz al lugar para el que su padre la concibió, junto al mar. Decía Gorka que “es un día muy bonito para la familia Basterretxea porque se cumple la idea o la razón que tuvo nuestro aita para que se reubicara la escultura en el lugar donde nació; es una pena que no pueda estar él, pero es un día precioso.

Desde Gesto Por La Paz, Víctor Manuel Cabero recordaba la simbología que tomó la escultura como lugar de reunión para los que pedían el fin de terrorismo en el País Vasco y se preguntaba algo que ya no tendrá respuesta, “¿qué habría hecho Néstor Basterretxea si se le hubiera dicho cuando la gente se estaba movilizando allí, que tenía que volver a llevar al mar? Porque cuando los trabajadores de Aldaya comenzaron a concentrarse allí lograron movilizar muy intensamente a mucha gente contra el terrorismo”.

Por último, el artista Iñaki Moreno Ruiz de Eguino reconocía que “inicialmente fue pensada así, para estar frente al mar, y sus materiales y composición tenían esa intención. Por otro lado, esa Paloma, no digo del Espíritu Santo pero sí esa parte que tiene espiritual, a mí me parece que la Paloma va a continuar con ese simbolismo esté en la plaza donde estaba ubicada o esté otro situación”.