EH Bildu tiende la mano al PNV para celebrar una consulta en 2016

Vitoria

El parlamentario de EH Bildu y presidente de Sortu, Hasier Arraiz, ha tendido la mano al PNV para celebrar una consulta soberanista en 2016 porque Euskadi vive "la mejor oportunidad en décadas" y “la mayoría parlamentaria más amplia” para poder llevar adelante el derecho a decidir.

“Es el momento, existe la oportunidad y la ciudadanía lo está esperando” ha asegurado Arraiz que ha reclamado “claridad y compromisos” y ha instado al PNV a que elija porque “si el acuerdo se hace con el PSE, sale el derecho a decidir de ese acuerdo y con él también saldrá por supuesto EH Bildu”.

El pleno del Parlamento vasco debatirá mañana una moción presentada por la coalición abertzale que, citando el acuerdo alcanzado en Cataluña, insta al Gobierno vasco a realizar una consulta en Euskadi antes de que concluya la presente legislatura.

El parlamentario abertzale ha afirmado que los 21 parlamentarios de EH Bildu están a favor del derecho a decidir, aunque ha admitido que no tiene tan clara la posición de los 27 del PNV. "¿Igual es que no somos 48 los que estamos a favor del derecho a decidir en la Cámara?", ha sugerido.

Arraiz ha recordado que en las últimas elecciones autonómicas el PNV comprometió en su programa electoral celebrar una consulta en 2015. “A ver si puede ser en 2016, EH Bildu tiende la mano para que sea posible, pero también queremos que la ciudadanía sepa si el PNV no tiene intención de hacerlo en esta legislatura y nuevamente estamos hablando de un reclamo electoral para las próximas elecciones autonómica y así otros cuatro años más” ha dicho.

El PNV ha presentado una enmienda al texto abertzale que aboga por regular de forma pactada el derecho a decidir, aunque no compromete ninguna fecha.

Los jeltzales defienden en su propuesta que “el Pueblo vasco constituye un sujeto político con derecho y capacidad para decidir su futuro, ser consultado y que su voluntad sea respetada”. En ese sentido, propone como método el diálogo, la negociación y “los más amplios acuerdos” entre las fuerzas políticas o en su defecto, que se respete “la voluntad mayoritaria libre y democráticamente expresada”.

Finalmente, propone dotar la voluntad mayoritaria de la ciudadanía de “un valor normativo relevante” que deberán negociar “los actores políticos e institucionales concernidos” a fin de dar respuesta “a la expresión clara de esa voluntad”.