Vuelta a casa desde Nepal
Los montañeros alaveses Patxi Peña y Aitor González han aterrizado hoy en Madrid después de cinco días a la intemperie en Nepal. Además, el donostiarra Iñigo Castiñeyra descansa ya en Zaragoza.
San Sebastián
La mañana del sábado han llegado por fin a España los dos montañeros alaveses Patxi Peña y Aitor González que habían quedado atrapados en Nepal han aterrizado en Madrid después de una semana de odisea hasta lograr regresar. En declaraciones a la Cadena SER en Euskadi, Patxi Peña relataba la experiencia vivida, tanto durante el terremoto como en los días posteriores en los que estuvieron cuatro noches durmiendo a la intemperie. Peña contaba en primera persona el momento del terremoto asegurando que “cuando llego el temblor, un terremoto muy fuerte, se cayeron las casas… se caía todo. Salimos de Lhotse a todo correr, nos protegimos y a los diez segundos vimos que venía una nube blanca y eso era una avalancha terrible. Otra vez tuvimos que correr, nos metimos donde pudimos y entonces hubo unos 40 segundos larguísimos e intensos, ahí volaba todo, no se veía nada, todo oscuro, nada más que nieve, nieve y nieve. Eso fue el remate final terremoto, una avalancha que incluso fue peor que el temblor porque lo destrozo todo”.
El relato de los siguientes días por parte del montañero alavés también es escalofriante. Peña aseguraba en los micrófonos de la SER que “los siguientes cinco días los pasamos a la intemperie, unas 200 personas entre cuatro paredes pero sin techo. Teníamos muy poca comida y casi sin agua, teníamos que ir a buscarla a media hora cuesta arriba con bidones de 25 libros que llenábamos gota a gota cogiendo el agua de una pared. Aitor y yo íbamos una vez al día a por agua para todos. Después de cinco días y cuatro noches a la intemperie, helicópteros de la arma nepalí nos evacuaron de allí”.
Pero no terminó ahí la odisea para los dos vascos, después otro helicóptero le llevó cerca de Katmandú porque el seguro no cubría el viaje hasta la capital, que tuvieron que completar en autobús, sufragándolo con su propio dinero. Un vez en el aeropuerto, Patxi Peña relataba la frustración que sintieron al ver que otros países evacuaban inmediatamente a las personas allí atrapadas mientras los españoles no recibían respuesta alguna del Ministerio de Exteriores español, “vimos que los noruegos, suecos, daneses estaban siendo evacuados inmediatamente por sus embajadas y nosotros no entendíamos por qué a nosotros no se nos evacuaba. Al día siguiente, franceses, belgas y otros seguían siendo evacuados mientras nosotros seguimos intentado ponernos en comunicación con el consulado en Nepal, les dimos los datos hasta tres veces pero no recibíamos ninguna respuesta. La única respuesta que recibimos fue de nuestras familias y amigos en Vitoria, que son los que han conseguido sacarnos de allí”.
Los dos montañeros alaveses reconocen estar bien física y mentalmente y con muchas ganas de llegar a Vitoria para descansar, aunque Peña reconocía que “nos gustaría que el Ministerio de Exteriores nos llamara, aunque sea para que algo así no se vuelva a repetir”.
También está ya de vuelta en España el donostiarra Iñigo Castiñeyra, que llegó el viernes por la tarde a Barcelona y ahora se encuentra ingresado en una clínica de Zaragoza donde está siendo tratado de sus congelaciones. Castiñeyra, resignado, aceptada que “voy a sufrir amputaciones. Una parte del pulgar y el índice se van a salvar pero los otros tres dedos están completamente muertos”. El donostiarra, que está recibiendo un tratamiento “muy doloroso, que no me hace dejado dormir nada durante la noche a pesar de los calmantes”, se unía a las críticas al Ministerio de Exteriores: “No entiendo por qué no me evacuaron de los primeros. No sé qué baremos se siguieron para tomar esa decisión, pero hasta gente del propio ministerio a título personal me ha reconocido que no se explican cómo no he sido el primero en evacuar. Debió de fallar la coordinación o algo, pero no sé por qué tardaron tanto tiempo en dar conmigo y sacarme de allí”.