El plasma

Toledo

No es que eche especialmente de menos esas imágenes entrañables del cepillo, la cola, el cartel que siempre se arrugaba y la pared más pintona del lugar donde aplastar la cara del candidato en cuestión. Pero hay términos medios. De lo que se come se cría y “el plasma” ha llegado también a la pegada de carteles. Y no lo digo porque el eslogan y la cara del político se despliegue ahora de forma virtual en pantallas led o a través de proyectores. Que yo soy muy de lo 2.0 también. Lo digo porque en el acto de arranque de campaña de Cospedal, a los chicos de la prensa, para nuestra mayor comodidad, nos ubicaron en un edificio diferente del que bullía con banderitas, flashes y melodías atronadoras al paso de los cabezas de cartel (nunca mejor dicho esto de cartel).

En esta casa ya es costumbre hacerlo así. Pero es la primera vez, y llevo unas cuantas elecciones, que ese acto simbólico y casi naïf se rinde a lo aséptico del “mírame y no me toques” en una habitación anexa que tantas críticas le han valido a nuestros políticos. Con nuestro Presidente a la cabeza. Yo de todas formas, para ver si todo lo que pasaba era real y sentir también esa emoción , me acerqué al edificio donde los populares celebraban el inicio de campaña. Si soy sincera, me sentí un poco como en la canción de Mecano: “Allí me cole y en tu fiesta me planté…”