‘Ponentà’ letal
El episodio de calor extremo de este jueves pasado mantiene en alerta a prácticamente todos los sectores agrarios. La Unió de Llauradors explica que, a priori, sus efectos pueden ser muy nocivos y sobre todo alerta del consumo extra de agua que provocó en un momento en el que el agua no sobra y los políticos solo la usan como arma política


Valencia
Ramón Mampel, Secretario General de la Unió de Llauradors, explica que el calor abre interrogantes que pueden ser muy graves para el campo si finalmente se confirman: en fruta de verano, tanto calor provoca una aceleración de la maduración de todas las variedades, haciendo que tempranas y tardías coincidan saturando el mercado y afectando al precio; también puede provocar problemas de calidad y de calibre en los cítricos; el olivar se ve abocado a otra mala cosecha por el efecto del calor extremo en el actual proceso de floración; algo parecido se avecina para los cereales aunque aquí la situación podría paliarse si llueve; y en ganadería no han sido pocos los animales que han perecido asfixiados sobre todo en granjas no preparadas.
Y recuerda Mampel que episodios de calor extremo no están recogidos en los seguros agrarios. Como la sequía, que el gobierno central intenta paliar con decretos que el de la Unió tacha de ridículos.
Y precisamente ahí radica una de las principales preocupaciones del campo. Tanto calor provoca uno o dos riegos extraordinarios, cuando agua no hay y las autoridades insisten en no tener en cuenta la importancia de la agricultura. No se hace nada para aprovechar el agua y todo se circunscribe a una batalla política que no resuelve nada.

Juan Magraner
Editor 'Hoy por Hoy Matinal Comunitat Valenciana' y director del programa agroalimentario de 'La Llavor'....




