Enzo tiene la llave del 4-3-3

Valencia

El Valencia se juega el sábado la posibilidad de disputar la próxima edición de la Champions League. Y, con ella, un montante económico que ronda los 30 millones de euros y la viabilidad del plan de negocio que Peter Lim estableció durante sus primeros días en el puente de mando del club de Mestalla. Un partido de vital importancia para el proyecto que Nuno Espirito Santo tendrá que preparar con la baja casi segura de André Gomes y la duda de Enzo Pérez. 

Por lo que respecta al portugués, el parte médico emitido por el Valencia en la tarde del lunes no especifica un tiempo de recuperación. André sufre una lesión miotendinosa en el recto anterior del muslo izquierdo. Sus sensaciones tras el encuentro ante el Celta no eran excesivamente buenas. Hoy no ha entrenado con el grupo y habrá que esperar a su evolución en los próximos tres días. 

Con Enzo Pérez las previsiones son más optimistas, aunque también se ha ejercitado al margen para tratarse de su lesión. Su recuperación es fundamental para Nuno ya que, si no está disponible para la final del sábado en el estadio de los Juegos del Mediterráneo, el técnico portugués podría verse obligado a matizar el 4-3-3 que tan bien le ha funcionado al equipo desde agosto. 

La entrada de Rodrigo De Paul, -no se trata de un recambio natural para André Gomes, pero puede ocupar una posición similar, jugando como mediapunta-, convertiría el sistema en un 4-2-3-1. El talentoso llegador argentino podría jugar entre líneas cuando el equipo tenga la posesión y ayudar en la presión defensiva para taponar la salida con balón de Corona y/o Verza. 

Otra alternativa -más ofensiva- pasa por mantener el doble pivote Javi Fuego-Parejo y establecer un sistema con dos delanteros, en el que Paco Alcácer y Negredo exploten las ausencias defensivas -Trujillo, Fran Vélez y Ximo Navarro son baja- con las que cuenta Sergi Barjuán para el partido.