De la cátedra de la Universidad a alcalde de un pueblo de 80 vecinos
Alfonso Gordaliza: "No cambio Villafrades de Campos por la alcaldía de Madrid". Este candidato destaca la posibilidad de votar listas abiertas en los municipios menores de 250 habitantes


Valladolid
En un país con 8.122 municipios no resulta difícil encontrar pueblos menores de 250 habitantes, donde la campaña electoral pasa desapercibida, pero no las elecciones. El domingo 24 será una jornada trascendental no sólo en Madrid, Valencia, Sevilla, Barcelona y las grandes ciudades; la elección del alcalde es un acto de mayor relevancia aún en localidades donde el regidor es la persona que puede solucionar cualquier problema, por menudo que sea.
La peculiaridad en España es que en estas pequeñas poblaciones se produce uno de los actos propios de la democracia real que demandan algunas formaciones políticas con carácter general: las listas abiertas. Todos los candidatos aparecen en la misma papeleta y son los vecinos los que marcan cuatro nombres. Cinco son los concejales electos en los municipios con una población entre 250 y 100 vecinos, y tres en núcleos que reside menos de un centenar. Es el caso de Villafrades de Campos, un pueblo de 80 habitantes situado a 70 kilómetros de la capital del Pisuerga, en una de las comarcas de Castilla y León más castigadas por la despoblación.
Allí se presenta, de nuevo, Alfonso Gordaliza Ramos, catedrático de Estadística de la Universidad de Valladolid, candidato y alcalde desde hace 16 años. El "amor a su tierra" justifica la implicación de este profesor en la política más pura, la alejada de los grandes programas y los líderes nacionales que inundan los medios de comunicación. La política que se manifiesta en la convocatoria de una asamblea a la que acude, prácticamente, todo el pueblo, como refleja la imagen central. Frente a Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera, Pablo Iglesias o Alberto Garzón se sitúan personas como Alfonso; frente al afán de Esperanza Aguirre, Antonio Miguel Carmona o Manuela Carmena se erigen personas como Alfonso, que no cambia Madrid por el lugar donde nació: "LLevo a mi pueblo en el ADN y lo quiero; si tuviera la oportunidad de ser alcalde de Madrid no me interesaría nada, no me seduciría nada", afirma en la Cadena SER.


Villafrades de Campos también encarna el valor de las personas frente a los partidos políticos. Aunque Alfonso Gordaliza se presenta bajo las siglas del PP, los ochenta paisanos no votan al partido sino a la persona. La ideología la demuestran los vecinos en las elecciones autonómicas o en las generales. Por este motivo, la campaña tiene otra dimensión, aunque los votos también sean importantes, a pesar de la progresiva pérdida de habitantes: en 1970 residían 350 personas.
La tierra natal de Miguel Delibes sigue teniendo los mismos problemas que reflejó en los años setenta el escritor vallisoletano en "El disputado voto del señor Cayo", la novela que llevó después a la gran pantalla Antonio Giménez Rico y que narra el encuentro de un candidato socialista (papel interpretado por Juan Luís Galiardo) y el alcalde de una villa de tres habitantes (Francisco Rabal). El abandono de las zonas rurales denunciado por Delibes hace cuarenta años continúa siendo el problema prioritario y, sin embargo, ningún candidato de las grandes formaciones se aproxima a Villafrades para plantear soluciones y, de paso, pedir el voto, como en aquella conmovedora película.


Para Alfonso Gordaliza la despoblación es un problema complejo, pero, desde su punto de vista, "es necesaria la presencia de los ayuntamientos" porque "los alcaldes no cobramos y solucionamos los problemas de los ciudadanos". El candidato advierte que el día que desaparezcan o se fusionen los pequeños municipios alguien llegará desde una entidad mayor al pueblo, por ejemplo, para cambiar la lámpara de una farola o cortar el suministro de agua potable por una avería, y entonces "cobrará".
Este catedrático de Estadística de la Universidad de Valladolid cuestiona el planteamiento de algunos partidos sobre el pretendido ahorro económico que implicaría la fusión de municipios y establece diferencias entre el Sur y el Norte de España.




