La caza del ciclista irrumpe en Aragón

Zaragoza

Cuatro bajoaragoneses han sido los primeros en denunciar en nuestra comunidad un percance ocasionado por una trampa diseñada para boicotear a ciclistas y motoristas. Se trata de grandes clavos sujetos en maderos que se entierran en caminos y sendas por donde circulan estos deportistas, algo que ya ha ocurrido en otros puntos de España, en ocasiones originando graves accidentes.

José Ángel Royo, del Club Ciclista Alcañiz, ha contado cómo él y otros tres compañeros de excursión reventaron las ruedas de sus bicicletas al pasar sobre una de estas trampas, escondida en uno de sus circuitos habituales por el entorno de la ciudad del Guadalope. “Solo las ruedas especiales que llevábamos nos libraron de una peligrosa caída”, ha declarado el ciclista alcañizano.

Desde la jefatura del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Teruel se piensa que el origen puede estar en personas que desean ahuyentar a los ciclistas para que estos no interfieran en sus prácticas de caza, se advierte de las graves consecuencias que pueden acarrear estos sabotajes y llaman a la colaboración ciudadana para identificar y localizar a los responsables.