Hacia el sur
En Valencia podemos presumir de tener un mar Mediterráneo único y especial; se trata de uno de los atractivos más importantes. Tracemos la línea de la costa mediterránea y partamos dirección al sur; un recorrido muy recomendable y al alcance de todos

Arrozal de La Albufera / CADENA SER

Valencia
El Saler

Imagen aérea de la playa de El Saler, Valencia / CADENA SER

Imagen aérea de la playa de El Saler, Valencia / CADENA SER
A pocos minutos de la ciudad nos encontraremos con El Saler y con su dehesa, una formación natural marino-litoral que separa la Albufera de Valencia del mar. Se trata, en definitiva, de un enorme boscaje de pinos entre el agua salada del mar y la dulce de la Albufera digno de ser visitado.

Marjal de Sueca / CADENA SER

Marjal de Sueca / CADENA SER

Faro de Cullera / CADENA SER

Faro de Cullera / CADENA SER
Alfafar- El Palmar

Imagen de la Playa de Gandia / CADENA SER

Imagen de la Playa de Gandia / CADENA SER
Alfafar es un municipio con más de 10 km2 de superficie llana y fértil, dedicada sobre todo al cultivo del arroz. Al lado de este municipio se encuentra El Palmar: una isla gastronómica en mitad del parque natural de la Albufera donde podremos degustar todas sus exquisitas variedades de arroz. De hecho, esta zona es de las mejores del mundo para comer arroz ya que se adaptó perfectamente a esta superficie pantanosa. La dieta de los habitantes, basada
en este cereal, se convirtió en una de las principales fuentes de ingresos para la sociedad valenciana durante siglos.

Playa de Oliva / CADENA SER

Playa de Oliva / CADENA SER
Sueca
En el centro de los arrozales, en el marjal, podremos ver la única colina de toda la planicie: la “Muntanyeta dels Sants”, en Sueca. El mejor punto para contemplar los campos y obtener una panorámica de 360 grados. Si es verano, todo estará verde. Si son los meses del frío, todo será agua. En esta zona se forman paisajes difíciles de describir por su belleza y que son de visita obligada, ya que se trata de “fotografías” únicas e irrepetibles.
El Perelló
En época estival El Perelló adquiere una vida especial que durante el resto del año desaparece. Los responsables de estos cambios son los veraneantes que se trasladan a los apartamentos construidos en los alrededores del municipio, a tan sólo unos metros de su alargada playa y que avivan este municipio tan tranquilo y “dormido” el resto del año. Cuenta con multitud de bares, pubs y discotecas que, en los años ‘80s y ‘90s, convirtieron a Valencia en la famosa “Ruta del Bakalao”.
Cullera
A continuación aparece Cullera, que proviene de la época musulmana y quiere decir “cumbre alta” (colla-aeria). Dispone de un término municipal repartido a lo largo de una planicie y cuya única prominencia es un cerro conocido como la “Muntanya de les Raboses” (en castellano, el monte de los zorros). Esta localidad es un buen lugar para hacer una escapada. Sus largas playas, su castillo en lo alto de la montaña y l’Estany, una pequeña laguna junto a un acreditado restaurante conocido por sus arroces, consiguen que Cullera siga siendo un pequeño paraíso.
Gandia
A 20 kilómetros de Cullera, y pasando por la localidad de Tavernes, nos encontraremos con Gandia. Sobre todo en verano, su playa se convierte en un hervidero de turistas, muchos de ellos llegados de la capital de España. Es sabido por muchos que Gandia es el lugar perfecto para degustar una “fideuà”. Este municipio costero está a casi una hora en coche de Valencia, la carretera es cómoda y tiene una gran variedad de restaurantes, pubs y discotecas que tanto en invierno, por ser una ciudad universitaria y contar con la presencia de multitud de estudiantes, como en verano, por los turistas, siempre está activa.
Oliva
A pocos kilómetros de Gandia se encuentra Oliva, municipio turístico y de gran proyección. Los olivenses pueden regocijarse de tener una gran y larga costa, una excelente gastronomía y unos apreciables monumentos, memoria histórica del lugar. Tanto la zona del casco histórico como la de la playa son lugares sin desperdicio. Se trata de uno de los municipios con más encanto de la zona. En verano tiene mucho turismo, pero se genera un ambiente más alternativo gracias también a los chiringuitos que se montan en la misma arena de la playa de Oliva y que le dan un toque distinto. Es una escapada necesaria, a una hora más o menos de Valencia.




