'El Bigotes' prefería a Aznar y despreciaba a Rajoy

Valencia

Alvaro Pérez, en su primera declaración tras su detención en 2009 junto a otros cabecillas de la trama, se está describiendo a sí mismo como un trabajador a sueldo, centrado en la parcela creativa, que se vino a Valencia porque no podía soportar la presión de trabajar para el PP en Madrid. Y el propio Pérez lo deja claro en una conversación grabada subrepticiamente y que obra en la causa: con Aznar bien, comenta el cabecilla de la trama, pero con Rajoy, digamos que no tanto: "Era un gilipollas y un mierda".

Y ya en Valencia trabó amistad con el ex president Camps porque trabajó varios años para el PP valenciano. No ha querido Pérez que se escuchara de nuevo la conversación en la que el expresident le llamaba “amiguito del alma”. Aunque también ha matizado que esa conversación fue de un tono más entrañable por la fecha, 24 de diciembre, pero que no fue la suya una amistad íntima con Camps.

No ha negado que sus relaciones con altos cargos del PP y del gobierno valenciano, como Ricardo Costa o la también procesada ex consellera Milagrosa Martínez le abrieran puertas pero que en el caso de Fitur, lo que se juzga, él no tuvo nada que ver, la decisión de optar a esos contratos fue, ha dicho, decisión de Pablo Crespo.

El Bigotes es uno de los trece acusados por la adjudicación supuestamente irregular de los contratos para la presencia de la Comunitat Valenciana en varias ediciones de Fitur. Prevaricación, tráfico de influencias, malversación y cohecho son los delitos que se le imputan. Por esos delitos se enfrenta a una petición de diez años de prisión y 23 de inhabilitación. Esta pieza es la única de las seis de la rama valenciana de Gurtel que se juzga en la Comunitat Valenciana.