El Xardín do Recordo florece en el segundo aniversario de Angrois

Santiago de Compostela

Dos años después de la tragedia de Angrois, el dolor y la necesidad de verdad y justicia reclamada por familiares de las víctimas encuentran descanso en el Xardín do Recordo. Ubicado en el Pazo do Faramello, en el concello coruñés de Rois, busca transformar la rabia en algo positivo. Las 81 personas que perdieron la vida en (o a consecuencia de) el accidente del tren Alvia de Santiago tendrán un árbol con su nombre en este jardín, que se ha inaugurado oficialmente un día después del segundo aniversario del suceso. 

La idea nació la misma noche que siguió a aquel fatídico 24 de julio de 2013, tal y como ha contado en una entrevista para A Vivir Galicia su creador y propietario del pazo, Gonzalo Rivero de Aguilar.  "Estuvimos toda la noche intentando ayudar, porque el accidente nos pilló justo allí", declara. Enseguida surgió la idea: "había que hacer algo en conmemoración a toda la gente que se había ido y estaba sufriendo". Él donó desinteresadamente un terreno junto al río Tinto y la persona encargada de darle forma al proyecto ha sido la paisajista Isabel Aguirre, con la colaboración de la Fundación Juana de Vega.

Los árboles del amor (cercis) dan vida ya a este espacio, todavía en construcción, cuyo acceso es gratuito. Durante el acto de inauguración, con familiares y supervivientes, se han plantado nuevos ejemplares y colocado las placas conmemorativas personalizadas. "Esperamos que signifique algo más que una mera plantación y que no sólo se recuerde una vez al año". Rivero de Aguilar, volcado en esta iniciativa, así lo desea, porque el objetivo es honrar a los fallecidos, sí, pero también hacer un llamamiento para que algo así no se repita.