El CSN dice sí a los terrenos para construir el ATC en Villar de Cañas

Villar de Cañas

Por cuatro votos a favor y uno en contra, el pleno dice sí aunque establece algunas condiciones asociadas al proceso de licenciamiento. También se desprende del análisis que las características del emplazamiento condicionan el diseño del ATC. El informe indica que los fenómenos asociados a las particularidades del terreno recomiendan complementar la seguridad intrínseca del diseño.

El Consejo de Seguridad Nuclear requiere también el seguimiento de las condiciones y fenómenos del emplazamiento, mediante la aplicación de planes de medidas complementarias, compensatorias y de vigilancia.

La autorización previa es un reconocimiento oficial del objetivo propuesto para la instalación y de la idoneidad del emplazamiento elegido. Este permiso autoriza a Enresa para iniciar las obras preliminares del ATC como las vías de acceso a la zona donde se ubicarán los principales edificios del silo nuclear.

La evaluación concluye que el objetivo está justificado y las necesidades a cubrir quedan debidamente argumentadas tal como establece el Sexto Plan General de Residuos Radiactivos.

Desde el punto de vista de la seguridad, la idoneidad se refiere al conjunto de las características del terreno y el diseño de las barreras de ingeniería habituales en el mundo nuclear, con los que se garantiza la seguridad. La evaluación técnica realizada constata que el emplazamiento propuesto no presenta fenómenos excluyentes.

Los geólogos insisten en que los terrenos elegidos en Villar de Cañas para la ubicación del cementerio nuclear no son los más idóneos y que el proceso llevado a cabo por ‘Enresa’ carece de lógica. Los suelos manchegos presentan problemas geotécnicos, tanto por arcillas expansivas como por yesos, aseguran, y en España hay otros lugares que presentan mejores condiciones.

El vicepresidente del Colegio Oficial de Geólogos, Manuel Regueiro ha explicado en la SER que, “si antes de elegir el emplazamiento para la ubicación del ATC hubieran estudiado las condiciones del suelo, se habrían dado cuenta de que existen ubicaciones con menos dificultades desde el punto de vista de la cimentación”. Otras opciones, como son “los suelos graníticos o los arenosos, hubieran sido más favorables para la construcción de un edificio de estas características”, añade Regueiro.