Campaña para acabar con los orines de la calle
El ayuntamiento de San Sebastián pone en marcha una campaña de concienciación para acabar con uno de los grandes males de las vías públicas en época de fiesta
San Sebastián
De cara a la Semana Grande, el ayuntamiento de San Sebastián ha comenzado con una campaña de limpieza concentrada en paliar “uno de los grandes males de las fiestas”. Con la campaña, “en la calle, cierra el grifo”, pretenden concienciar a los ciudadanos para que se priven de miccionar en la calle. La campaña está dirigida a los más jóvenes y “sobre todo, al sector masculino”, ha señalado Ernesto Gasco, concejal de vías públicas.
Veremos los carteles de la campaña de limpieza ubicados estratégicamente en 12 puntos de la ciudad, entre la parte vieja y el muelle, ya que se consideran las dos zonas en las que debe haber mayor concienciación. “Los orines en la calle molestan mucho a los vecinos que las padecen, también daña los edificios y genera un olor muy desagradable”, ha reafirmado el concejal.
Esta mala praxis es muy difícil de erradicar, por lo que el ayuntamiento ha adoptado una solución preventiva que al menos, palie el impacto de sus consecuencias de quienes insisten en utilizar las calles como orinal. “Desde hace un mes se está vertiendo un producto que contiene una bacteria que se come el olor de los orines”, ha informado el concejal. En concreto, se trata del producto Bioactyn DC-100, una sustancia que contiene una bacteria no patógena concebida para degradar aquellas materias que causas olores desagradables. El resultado de esta aplicación es un olor fresco de menta-limón.
Estas medidas han sido tomadas de cara a la Semana Grande, puesto que las fiestas siempre generan mayor cantidad de residuos. La ciudad contará con un equipo humano de 143 personas que, ayudadas por la maquinaria, trabajarán por dejar la capital en las mejores condiciones.
La campaña ha sido lanzada como un elemento de concienciación y educación, sin embargo no serán laxos en cuanto a esta materia que pretenden atajar. De hecho, advierten que quien no cierre el grifo en la calle, podría enfrentarse a una multa de hasta 10.000 euros.