Feghouli acerca el sueño de la Champions (3-1)
Un gol del extremo argelino a falta de cinco minutos otorga una ventaja óptima al Valencia para visitar el Louis II la próxima semana
Valencia
Misión cumplida. Bajo el mágico influjo de Mestalla, eléctrico, pasional y entregado como acostumbra en las grandes citas, el Valencia consiguió un magnífico resultado (3-1) que le permite viajar a Mónaco con una renta suficiente para pensar en la clasificación a la fase de grupos de la Champions League.
Soso Feghouli, que sigue sin definir su ampliación de contrato, fue el artífice del gol que puede determinar la eliminatoria. Un remate a bote pronto desde el balcón del área cuando restaban cinco minutos de partido provocó el delirio en las gradas del coliseo valencianista y traslada la presión al Mónaco, obligado a remontar.
El partido comenzó con el 1-0 marcado por Rodrigo en la primera oportunidad de que dispuso el Valencia, en una acción en la que sus atacantes estuvieron muy listos y a la zaga del Mónaco le faltó concentración. A partir de esa jugada, registrada en el cuarto minuto de juego, el conjunto visitante se adueñó del balón y empezó a manejarlo con comodidad en el terreno valencianista, aunque sin profundidad, ya que la zaga local le tapaba bien todos los huecos.
Además, las réplicas del Valencia, sin ser muy frecuentes, creaban bastante peligro a una defensa falta de concentración, por lo que durante la primera media hora de partido estuvo más cerca el 2-0 que el empate a uno. Esta situación cambió a partir de entonces cuando el equipo monegasco añadió el peligro al control absoluto del juego que había tenido desde el principio.
En una de sus múltiples aproximaciones al área, Bernardo Silva envió el balón a la base del poste derecho de Ryan (m.32) gracias al rechace de Ryan en una de las más claras ocasiones para los visitantes del primer periodo, Poco después, en otra buena jugada del Mónaco, el gol que marcó Martial no subió al marcador por fuera de juego.
En esos momentos ya se escuchaban en las gradas algunos silbidos contra el fútbol del Valencia, que estaba completamente a merced de un rival que practicaba un fútbol muy ortodoxo, con sus jugadores bien posicionados en el centro del campo y sus atacantes con mucha movilidad, pero también con algunas lagunas en la retaguardia.
El Valencia fue de menos a más y llegó al minuto 45 más necesitado del descanso que su rival para tratar de encontrar las ideas que en la primera mitad no había tenido. Lo que no había logrado el Mónaco en el primer periodo, lo consiguió en la primera aproximación de la segunda, cuando tras una buena penetración por la izquierda, Pasalic, desde cerca, hizo el 1-1.
El Valencia dio entrada a Piatti por De Paul para tratar de resolver sus problemas y se encontró con el premio del gol antes incluso de variar su juego, precisamente en un pase de Piatti que Parejo resolvió desde cerca. El marcador volvía a ser favorable al Valencia, que también dio entrada a Javi Fuego para dar equilibrio a la medular y prescindió de Alcácer, que apenas se había dejado ver, por lo que poco a poco su juego se mostró más fluido ante un rival que estaba muy lejos de tener el balón como lo había hecho hasta el descanso.
El partido entró en los minutos finales con los dos equipos conscientes de que recibir un gol era demasiado premio para el rival y expusieron lo justo, pero en ese tramo del encuentro el Valencia fue más listo que su rival y aprovechó su oportunidad para lograr un tercer gol que invita al optimismo.