Ya no es Feghonli

Valencia

Creo no ser el único en haber percibido excesiva ambigüedad en la respuesta de Nuno Espirito Santo al ser cuestionado en sala de prensa respecto al futuro de Feghouli. "Queremos que se quede pero el mercado está abierto y es cierto que hay conversaciones", contestó con aparente frialdad el técnico portugués. 

El que la lleva la entiende y los caminos de Meriton son inescrutables, pero traspasar a uno de los jugadores más regulares y determinantes de las últimas temporadas sería un disparate. Mucho más si tenemos en cuenta que la mejor oferta de Fenerbahçe no llega a los diez millones de euros. 

De Feghouli -que aterrizó en Valencia siendo un enfant confundido de 20 añitos- se ha dicho y escrito prácticamente de todo: díscolo, rebelde, gandul... Algunos de los epitetos se los mereció por su mala cabeza. Pero que tire la primera piedra quién no haya cometido errores recién salido del huevo. Soso ha pagado y aprendido de sus torpezas y, quizá más importante, ha sabido aprovechar la segunda oportunidad que recibió en Mestalla tras aquella estrambótica cesión al Almería. 

El Sofiane Fegouli actual tiene poco o nada que ver con aquel melón por abrir que tuvo que marcharse con el petate a otra parte para demostrar que podía triunfar en Mestalla. El tiempo ha dado la razón a Fernando Gómez y Braulio Vázquez, responsables de su fichaje en 2010.

Llega y la pone, encara, desborda por fuera, aparece por dentro, hace goles -26 en partido oficial desde la temporada 2011/12- y, muy significativo, ha optimizado su rendimiento defensivo, aspecto del que adolecía en sus primeros demarrajes en Mestalla.

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Tiene 25 años, inicia un proceso de interesante madurez y su juego sigue teniendo un amplio margen de mejora. Si Mendes saliera al mercado para fichar un Feghouli, seguro que la operación tendría un coste dos o tres veces mayor que la mejor de las ofertas que ha llegado por él. Debe quedarse. Merece renovar. Se lo ha ganado.