Los nuevos gobiernos de la provincia arrastran más de mil millones de euros en deudas de las anteriores corporaciones
Entre las primeras medidas de calado: abrir comedores escolares, buscar liquidez y plantear nuevas infraestructuras
Málaga
Cumplidos los tres meses desde las pasadas elecciones municipales del 24 de mayo, realizamos un balance con algunos de los alcaldes de municipios malagueños donde se ha realizado un cambio político. Los nuevos gobierno de la provincia se han encontrado un agujero económico que cifran -en global- en más de mil millones de euros y que arrastras de la anteriores corporaciones.
Entre las primeras medidas que han abordado en esto tiempo destacan sobre todo temas sociales -como la apertura de comedores- obtener liquidez para afrontar los pagos y organizar administrativamente los ayuntamientos para poder funcionar con normalidad.
De este modo, las deudas asfixian a las nuevas corporaciones que apenas han tenido tiempo para reorganizar sus estructuras municipales y ponerse mano a la obra para ejecutar las primeras medidas -muchas de ellas enfocadas a lo social- y abordar las promesas que hicieron los ahora alcaldes durante la campaña electoral.
Marbella y Torremolinos encabezan la lista de los nuevos ayuntamientos que suportan mayor deuda municipal: 500 millones en el caso del ayuntamiento marbellí heredados de anteriores gobiernos, incluyendo en este caso la época GIL.
José Bernal, alcalde de Marbella, afirma que la deuda de 500 millones corresponde a "deuda con Hacienda, con la Seguridad Social, con el patronato y el ámbito privado. Y la deuda que es ese préstamo reembolsable de los 100 millones de euros de la Junta; es decir, nos hemos encontrado con un montante amplio de deuda, que aunque está establecido el pagadero de ella de cara a un futuro, hace frenar las inversiones que se podrían realizar en el Ayuntamiento". En este sentido, de momento Marbella ya ha logrado una prórroga de los cien millones que le prestó la Junta de Andalucía a la anterior corporación.
Por su parte, en Torremolinos, años de oscurantismo de la gestión del exalcalde del Partido Popular Pedro Fernández Montes, han aflorado ahora una deuda municipal que roza los 200 millones de euros. José Ortiz, regidor de Torremolinos, asegura que "la deuda es algo mayor de lo que nosotros preveíamos, es una situación que nos asfixia enormemente en cuanto a las posibles inversiones públicas en el Ayuntamiento".
En otros ayuntamientos grandes de la provincia -y con cambio de color político en las alcaldías- el agujero económico es algo menor: Benalmáldena suma 140 millones de deuda; 110 millones en Vélez-Málaga, otros 70 millones en Rincón de la Victoria y hasta 35 millones en Nerja.
PRIMERAS MEDIDAS
Parte de estas nuevas corporaciones que han centrado sus primeras decisiones políticas en medidas sociales o de creación de empleo. Marbella destinaba las partidas iniciales en mantener abiertos los comedores escolares en verano para atender a las familias en riesgo de exclusión social.
En Vélez-Málaga anuncian para septiembre su primer plan municipal de empleo que podría beneficiar a medio centenar de familias de la localidad. "El plan de empleo va a consistir en contratar a un grupo de personasen las cuales tengamos para solucionar muchas dificultades económicas que tienen para pasar las familias una continuidad de unos 6 meses de rotación de aproximadamente 50 familias", así lo detalla Antonio Moreno, alcalde de Vélez-Málaga.
Muchos de estos cambios en las alcaldías han sido fruto de los pactos políticos, en algunos casos como Mijas los acuerdos -aquí entre el PP y Ciudadanos- han estado a punto de estallar en estos tres meses. También, en otros ayuntamientos, los pactos a cuatro e incluso cinco bandas, han obligado a poner en común el trabajo de todos las fuerzas políticas frente a las mayorías que prevalecían hasta el pasado 24 de mayo.
Cambios que han afectado también a la estructura organizativa de los ayuntamientos con fuertes recortes en los cargos de confianza, en el sueldo de directivos, en la flota de coches oficiales, en definitiva, en la organización de los propios consistorios. "La principal medida es la normalización de las políticas de Benalmadena, aquí llegó un momento donde los protagonistas eran los políticos y no los ciudadanos", asegura Víctor Navas; mientras que en una línea similar habla José Ortiz, quien afirma que "valoro principalmente el cambio en el ámbito del desarrollo político con respecto a las fuerzas políticas y el reglamento de transparencia que estamos poniendo en marcha".
FUTURAS DECISIONES
De cara a los próximos meses -en cuanto empiece septiembre- todos los ayuntamientos iniciarán la elaboración de sus presupuestos municipales. Algunos tendrán que realizar un plan para reducir paulatinamente su deuda. En este sentido habla Encarnación Anaya, alcaldesa de Rincón de la Victoria, quien informa que "el objetivo más importante es sacar adelante el presupuesto municipal para 2016, que ahora mismo tenemos prorrogado el de 2014. Además de aprobar un plan económico financiero para los próximos años que sané las cuentas municipales"
Los últimos años de crisis impidieron ejecutar infraestructuras. Los nuevos alcaldes intentan ahora sortear la situación junto a sus compromisos electorales. Torremolinos y Benalmádena prometieron descongestionar sus accesos -por ejemplo- con una nueva vía que conecte ambos municipios tal como ha detallado el alcalde de Benalmádena.
Cuentas municipales, obras pendientes, nuevos equipos en los ayuntamientos y un objetivo comprometido por todos ante los ciudadanos tras los numeroso casos de corrupción política: una mayor transparencia en la gestión.