Guinea Ecuatorial, país de origen de la mayoría de los casos de malaria en Aragón

Zaragoza

La picadura de un mosquito tiene la culpa. Así es como se transmite y el resultado es fiebre alta, dolor muscular y vómitos. Unos síntomas que comparte con otras enfermedades como el ébola, de ahí la importancia de acertar con el diagnóstico. Además entre las emergentes destaca la fiebre chikungunya o la enfermedad por coronavirus, pero sin casos registrados.

La población con más riesgo son inmigrantes que viven en nuestra  comunidad pero que viajan a sus países de origen.

En el 2014 fueron 31 casos en total, la mayoría procedieron de personas que habían visitado Guinea Ecuatorial, en concreto 17. El resto, fueron: 4 de Gambia, 3 de Mali, 2 Guinea Conacry y 1, respectivamente, de Angola, Burkina Faso, Ghana, Costa de Marfil y Mauritania. 

En lo que llevamos de 2.015 de momento se han detectado 11 casos, por lo que no hay motivo para la alarma.

Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos ante estas enfermedades es la inexistencia de vacunas o la falta de tratamientos, de ahí la necesidad de tomar precauciones para evitar su contagio. Pero no sólo es importante esta prevención,  tanto o más lo es una vez en España cuando se advierten síntomas sospechosos.

Hasta el momento, se han realizado 8000 consultas de viajeros internacionales en Zaragoza: 6000 presenciales y 2000 telefonicas.

Ampliar

 Investigación

Desde 1996 hasta el 2014, nuestra comunidad ha registrado 496 casos de malaria-paludismo, con una media de 28 pacientes al año. Todos los casos fueron importados, salvo uno autóctono en la provincia de Huesca en el año 2.010.

Precisamente, para combatir estas enfermedades, un equipo de investigadores de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza llevan ya un tiempo trabajando en un par de proyectos a través de microcápsulas con los que frenar las picaduras de los mosquitos y las consiguientes enfermedades tropicales que transmiten. 

Primero, lo hicieron con un tratamiento muy eficaz que  incorporaba insecticidas a la pintura de los edificios. Permanecía durante 36 meses e incluso ante condiciones adversas.

El proyecto se amplió y ahora se utilizan estas microcápsulas en productos plastificados como mosquiteras, confección de ropa, calzado...

La intención es poder aplicarlo a otro tipo de plagas de carácter doméstico como cucarachas... que impida su acceso a determinadas zonas.