El día del cooperante
Zaragoza se prepara ya para la llegada de los refugiados. Tanto la Iglesia como la Federación Aragonesa de Solidaridad abren sus puertas para que este recibimiento se haga de la mejor manera posible

UNIDAD MÓVIL - 8 SEPTIEMBRE 2015 - DÍA DEL COOPERANTE
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Zaragoza
Cáritas celebraba este martes su primera reunión con delegados episcopales, congregaciones y organizaciones de la iglesia para articular la acciones conjuntas que van a llevar a cabo en todas las diócesis dirigidas.
Jaime Sanau, director de Cáritas en Zaragoza reconoce que "lo primero es sensibilizar a la ciudadanía y después organizar la acogida". En su caso, esta ayuda, es un añadido a las tareas que realizan habitualmente sin que se recorten las acciones que llevan a cabo con los excluidos y necesitados de la diócesis de Zaragoza. Añade que "esta intervención no es ni de izquierdas ni de derechas, ni de arriba ni de abajo. Es una cuestión de humanidad, ni siquiera de creyentes y no creyentes. Lo que tenemos que hacer es acogerlos y tiene que haber una intervención pública".
La Federación Aragonesa de Solidaridad, que agrupa a 50 organizaciones, también está trabajando para ayudar a los refugiados y lo hacen con la puesta en marcha de la campaña "Estamos Conectados" con la que quieren acercar la cooperación al ciudadano. Su vicepresidenta Maria Jesús Sanz denuncia la escasa ayuda que existe y los recortes que ha sufrido este área, que ha supuesto que los sirios no hayan podido acudir a campos de refugiados en Líbano. Ante esto, pide "no sólo abrir las puertas de casa sino poner los canales para que se haga con las máximas garantías"
En primera persona
Habiba sabe bien lo qué estan pasando los refugiados sirios. En 1.992 tuvo que dejar su casa y a parte de su familia por la guerra de los Balcanes.
Llegó a Aragón junto a 77 compatriotas. Su primer destino fue Calatayud. Recuerda el caluroso recibimiento que tuvieron a pesar de que llegaba a un país del que lo desconocía todo. Años duros, de esfuerzo donde echó en falta la asistencia psicológica para sobrellevar todos los cambios.
Tras su experiencia, cree que el mundo ha reaccionado tarde con Siria y que la avalancha se podría haber evitado de haber tomado medidas a tiempo.
Habiba, que hoy reside en Zaragoza, reconoce que tiene el corazón dividido entre su país natal y el que le dió la vida por segunda vez.




