Ibarra lamenta que la "insolidaridad" ha convertido el Mediterráneo en un cementerio

Bilbao

El presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Juan Luis Ibarra, afronta su segundo mandato con la meta de la efectividad en la tutela judicial porque es la que "nutre la legitimación" y "mueve a las personas a confiar en los jueces". Antes de apuntar las claves de su mandato, Ibarra ha querido hacer referencia a la crisis de refugiados. "Una Europa del derecho que impulsa la conquista social de nuevos derechos humanos y que, por ello mismo, hoy, se avergüenza de que nuestra insolidaridad haya convertido el Mediterráneo en un 'cementerium nostrum' en el que se recuestan los pequeños Aylan y Galip Kurdi en la soledad del canto de las caracolas marinas", ha afirmado.

Para llegar a esa meta ha apuntado tres líneas de actuación. Por un lado, continuar con la mejora en la organización de la Oficina Judicial. Están operativas doce de las catorce partidos judiciales y, aunque Euskadi está "a la cabeza" en los tiempos de respuesta, ha emplazado directamente al lehendakari a "aspirar a más" porque la Justicia "integra un sector institucional estratégico, tanto para la salud del Estado de Derecho como para la recuperación del desarrollo económico".

Por otro lado, apuesta por mantener la "tensión" por una mayor calidad en la jurisdicción, pese a estar "orgulloso" de que el trabajo de los jueces vascos "está contribuyendo de forma efectiva al reconocimiento de nuevos derechos que se integran operativamente en el sistema europeo de garantía de los derechos humanos". Ha invitado a promover la "inteligencia cooperativa" como "antídoto" para hacer frente a tiempos de incertidumbre y desánimo profesional.

Por último, Ibarra ha asegurado que mantendrá la colaboración y lealtad institucional y las puertas abiertas del Palacio de Justicia.