Sufrir en Mareo para disfrutar de El Molinón
Trabajador incansable, metódico hasta el límite en la preparación física, Javi Fuego regresa a Gijón convertido en el hombre ancla del Valencia de Champions
Valencia
La frase que sirve de encabezamiento al artículo, una forma de vida, permanece grabada a fuego -nunca mejor dicho- en el imaginario colectivo de todos los guajes que alguna vez soñaron con debutar en el primer equipo del Sporting de Gijón. Pequeños guerreros de piel lechosa y mofletes enrojecidos forjados para la brega en los rebosantes herbazales de Mareo.
A diferencia del legendario 'You'll never walk alone' que corona la salida hacia el tapete de Anfield, no encontrarán la oración en ninguno de los mágicos rincones de la Ciudad Deportiva del club gijonés. Pero eso no significa que cada uno de los robustos yogurines que aspiran a jugar en Primera con la roja y blanca no conozcan la expresión al dedillo. Ni que la frase sea anónima. El padre de la criatura es Gerardo Ruiz, preparador físico del Sporting desde 1995.
Una de sus creaciones más próximas a la perfección es, sin lugar a dudas, Javi Fuego. El pasado mes de junio, como acostumbra a hacer durante sus vacaciones -y en la mayoría de parones que realiza la Liga-, el centrocampista del Valencia acudió a las instalaciones de Mareo para ponerse a punto antes de regresar a Mestalla para afrontar la disputa de la previa Champions contra el Mónaco.
Nacido en Pola de Siero a los cuatro días de iniciarse 1984, Javi es un futboilista hecho a si mismo. Nadie le ha regalado nada. Todo lo contrario. Tras graduarse en el otro fútbol siendo pieza básica en Sporting, Levante, Recreativo de Huelva y Rayo Vallecano, Braulio Vázquez, director deportivo del Valencia entre 2010 y 2013, se fijo en él.
El arte de jugar sin balón
Impresionado por sus estadísticas relativas a recuperaciones de balón y kilómetros recorridos, Braulio decidió desplazarse a Vallecas para verle en directo. Tres partidos fueron suficientes. En unos días cerró su fichaje. A coste cero. Inteligente sin balón, pletórico desde el punto de vista físico, incansable en las coberturas... Tenía todos los rasgos que buscaba la dirección deportiva para firmar un recambio de David Albelda.
El día de su presentación, a principios de julio de 2013, fueron inevitables las comparaciones y las preguntas relativas a su capacidad para suplir al eterno '6'. "Para llegar a su nivel hay que trabajar muchísimo, ha alcanzado unos éxitos enormes. Lo cojo como alguien en quien fijarme, en todo lo que ha hecho. Las comparaciones quedarán para la prensa, él ha alcanzado metas a las que ojalá yo pueda llegar», respondió sin titubear.
Estreno en Champions
Una de esas metas a las que se refería Javi Fuego el primer día que se enfundó la blanquinegra se hará realidad el próximo miércoles. Obviando la eliminatoria ante el Mónaco, que no se considera Champions League en su sentido más estricto, el asturiano jugará ante el Zenit sus primeros minutos en la máxima competición continental.
Será otra recompensa a tanta abnegación y sacrificio incondicional. Como aquella tarde ante el Leganés en la que, con apenas dieciocho años, debutó con el primer equipo del Sporting. Como la noche en la que se estrenó en competiciones europeas con el Valencia enfrentándose al Swansea. Otro momento para la eternidad. Cobertura tras cobertura. Peleando por cada balón dividido como si fuera el último. Sufriendo en Mareo para disfrutar en El Molinón.
Fran Guaita
Jefe de Deportes en Radio Valencia y director de SER Deportivos Valencia