“La piedra no tenía que haber estado ahí”

San Sebastián

El comisario jefe de la unidad de tráfico de la Ertzaintza en Gipuzkoa cree que existen suficientes instrumentos sobre la mesa para tener una idea clara de lo que pudo haber ocurrido en el accidente de Azpeitia en el que fallecieron tres jóvenes, “tanto del origen del accidente como el resultado lesivo del mismo, que tal vez fue excesivo”. Y preguntado por la existencia junto a la vía del bloque de piedra, Santiago Nuñez es claro: “La piedra pudo contribuir a que el resultado lesivo del accidente fuera muy superior”. “El que tomó la decisión de ubicar ahí ese elemento, pudo no haber tomado una decisión del todo acertada”, afirma tajante y añade, “el accidente lo deja claro, sin esa piedra el resultado no habría sido el que fue”.

Santiago Nuñez cree que existe un criterio básico, por el que en principio, parece que todo elemento fijo que está en los márgenes de la vía debe estar protegido en caso de un accidente. Sobre la GI-631, sostiene que es una vía como el resto de carreteras del interior que, obligados por la orografía, son sinuosas y exigen cierta prudencia, “aunque es similar a otras en cuanto a número de accidentes”

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Sobre el accidente del sábado en Astigarraga en el que un niño de dos años falleció tras ser atropellado, afirma, sobre ese tramo, que ya en 2014 se trasladó a la Diputación un informe de toda esa zona que incluye un área deportiva con unos determinados movimientos y que vieron que serían recomendables unas modificaciones, pero matiza que, “en ningún caso, hubiera evitado el accidente del sábado”. Se trata de la carretera comarcal que une Astigarraga con Oiartzun a su paso por Perurena.

El jefe de la unidad de tráfico en Gipuzkoa es consciente de que el año 2015 no está respondiendo a las previsiones de fallecidos, pero sigue manteniendo que en temas de seguridad vial no se puede hablar de conclusiones sobre tiempos limitados sino que el plazo largo es fundamental: “En un periodo más largo, veremos si la evolución se mantiene o es un hecho circunstancial sin una lógica de conexión entre los factores”. Añade que hemos vuelto a las cifras de 2008, en aquel año, en el mes de septiembre teníamos números parecidos a los de este 2015.

En cuanto al tráfico de paso, este responsable de la Policía Vasca cuantifica en unos dos millones de vehículos los que han cruzado la muga por el eje viario de Gipuzkoa en este año: teniendo en cuenta que en este territorio tenemos 450.000 vehículos, nos podemos hacer una idea de la movilidad de esta zona durante el verano”. Por otra parte, cree que la crisis ha podido afectar en el aumento de la siniestralidad y ve posible que el mantenimiento de las carreteras y de los vehículos se hayan podido ver afectados por un menor presupuesto de la administración pública y también por un menor gasto parte de los usuarios.

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El responsable de tráfico de la Ertzaintza en Gipuzkoa ve justificada la presencia de radares en carreteras como la autopista AP-8:”Hasta que ese tramo no se modifique, lo lógico es que se calme con este tipo de dispositivos. Entre los tramos donde están colocados los radares, se ha reducido entre un 20% y un 25% la accidentabilidad, y eso a pesar de que no están activos”.

Por último, Santiago Nuñez no ve solución a las colas que se producen en Biriatou y el peaje de Irun a lo largo de los meses estivales y piensa que es algo que las autoridades tienen ya interiorizado y asumen que en esos días se llevan a cabo las retenciones.