Los feriantes atribuyen el accidente a un fallo humano en cadena
Una niña de cuatro años sigue en estado grave tras escurrirse del asiento de una atracción en Urretxu. Un cartel prohibía la entrada a menores de ochos años
Urretxu
El vicepresidente de la Asociación de Feriantes de Euskadi, Arturo Manchado atribuye lo ocurrido a un “fallo humano en cadena”, dado que en la entrada de la atracción existe un cartel que impide el acceso a menores de ocho años si no van acompañados de adultos.
Declaraciones de Arturo Manchado, vicepresidente de los feriantes
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Este representante de los feriantes cree, en primer lugar, que por parte de los familiares no tenían que haber permitido que subieran los tres niños de esas edades solos, sin estar acompañados de un mayor de edad. Por otra parte, la persona que se encarga de cerrar las cestas de la atracción en la que van montados los usuarios, “tal vez no se fijó bien de que había tres menores juntos”, y por otro lado, "la persona que acciona el aparato desde el control no comprobó que había niños en esa misma cesta”. Son varios fallos continuados, no es uno sólo y si alguien se hubiera dado cuenta, no habría pasado, porque la atracción se habría parado y los menores habrían bajado.
La niña de 4 años, continúa ingresada en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Donostia en estado grave. El accidente se produjo en torno a las cinco de la tarde de ayer cuando la pequeña, salió despedida de la atracción llamada “Sapito Loco” cuando iba acompañada en el sillón de la atracción de otros dos menores, de seis y ocho años.
El vicepresidente de la Asociación de Feriantes de Euskadi, Arturo Manchado, acudió a Urretxu en la tarde del accidente en compañía del ingeniero de la asociación para analizar el estado de la atracción, después de que la policía realizara sus comprobaciones. Una vez in situ pudieron comprobar que “los elementos de seguridad, tanto cintos como cierres, funcionaban perfectamente”. Según nos cuenta, son unos dispositivos mediante barras que si no están bien cerrados, la atracción no se pone en marcha.
En el asiento iban tres niños de 4, 6 y 8 años, y la más pequeña en un movimiento brusco, se escurrió y se fue por el agujero. La atracción sigue cerrada desde ayer y los festejos nocturnos de Santa Anastasia en Urretxu se suspendieron, y “aunque se depuren las responsabilidades del accidente, la preocupación máxima es la del estado de salud de la pequeña”, nos dice este representante de los feriantes.