El Defensor del Pueblo abre queja por la situación de los calabozos judiciales del Prado

Sevilla

El Defensor del Pueblo Andaluz ha abierto una queja de oficio sobre la situación en la que se encuentran los calabozos de los juzgados de Sevilla situados en el Prado de San Sebastián. Un informe del Decano de los Jueces de primeros de mes pone de manifiesto la situación de insalubridad de estas dependencias. A lo que se une la reclamación de los jueces de instrucción de que esos calabozos se sitúen en el edificio donde están sus juzgados, para evitar "el paseíllo mediático" de los detenidos.

Esta semana los periodistas han podido entrar en estos calabozos. El Decano ha abierto las puertas para que veamos el espacio, justo el día en que los estaban remozando con una mano de pintura.

Son cinco habitaciones sin luz, pintadas de gris azulado con un suelo de baldosas de similar color. En tres de ellos se pueden dar seis pasos a lo largo y dos a lo ancho. En los otros, más cuadrados, se camina seis al frente y seis hacia el lateral. Todos disponen de una pequeña ventana enrejada, una letrina en el suelo y un lavabo de aluminio. Y, por supuesto, de una puerta de hierro con un enorme cerrojo. En los cinco calabozos se disponen uno o dos bancos de madera.

Los magistrados y los fiscales llevan años quejándose de las condiciones indignas de estas dependencias y de la pena de pasillo que sufren los detenidos cuando tienen que salir a la calle esposados para declarar ante los jueces.

La Consejería de Justicia asegura que los calabozos están sometidos a un fuerte deterioro con frecuentes actos de vandalismo, que obligan a un mantenimiento especial. La Junta reconoce que esta sede judicial son instalaciones antiguas, poco funcionales, y con problemas de accesibilidad y espacio. Y reitera la necesidad de la puesta en marcha del eterno proyecto de la Ciudad de la Justicia.