Empate de guerreros
El equipo armero logra otra meritoria igualada a base de trabajo y mucha intensidad. Bastón volvió a marcar en el minutos 2, pero el Celta dominó al final y pudo haber remontado
Eibar
Los guerreros de Mendilibar. Así tenemos que empezar a conocer a este grupo de valientes que le ha puesto sobre la mesa Fran Garagarza, el director deportivo, al técnico de Zaldibar. Porque eso es lo que son. Por lo que demuestran sobre el terreno de juego. Que no es un calificativo gratuíto, no crean. Se dejan la piel, el alma, el corazón si hace falta. Para rascar un punto, para lograr los tres, para obtener un premio con el que, poco a poco, acercarse a la ansiada permanencia. Y ese es el resumen que pueen hacerse desde el lado eibarrés del empate logrado en Ipurua contra el Celta. Un empate a 1 de guerreros. Peleado hasta la extenuación, logrado con sangre, sudor y hasta lágrimas, que pudo tener un valor mayor, pero que también pudo haberse escapado al final.
Borja Bastón adelantó a los armeros nada más comenzar el partido. El escenario era inmejorable. Y así lo querían aprovechar los jugadores de Mendilibar. Salieron enchufados al partido, con la firme intención de ahogar la idea de juego del Celta, que no tuviera el balón y que no pudiera correr. Salió valiente Mendilibar con dos delanteros, con los que trataba d eliminar líneas de presión del Celta y de paso presionar más y mejor la salida de balón del equipo vigués. El gol ayudó a mejorar esa idea. Y el Celta no podía. Estaba asfixiado. En ese momento, con el rival noqueado, faltó remtar la faena, hacer el segundo gol. Oportunidades no faltaron: Baston, Takhasi Inui, Adrián...
Pero ese segundo gol no llegó y todos sabían en Ipurua que iba a tocar sufrir en la segunda parte para conseguir un premio. Tocaba ponerse el mono de trabajo, pelear, sudar. Porque el Celta iba a cambiar. Y lo hizo. Orellana de mediapunta, y al césped Iago Aspas. Pero el Celta seguía noqueado. El plan salía bien. Los armeros seguian corriendo, luchando por cada balón como si fuera el último de sus vidas, metiendo el pie, cayendo, levantándose... y la grada de Ipurua premiba el esfuerzo dejándose la garganta para animar. El plan parecía que iba a tener final feliz, que los guerreros iban a tener el premio gordo, pero entonces Inui falló lo que parecía imposible de fallar, y al poco rato, el Celta trenzó su mejor jugada y Aspas no la desaprovechó.
El empate espoleó al Celta, mientras el Eibar, casi desfondado, sacaba fuerzas de donde no las había para hacer un último esfuerzo. Fue necesario, porque el Celta buscó a base de juego el triunfo, y casi lo encuentra. Hubo jugadas polémicas en ambas áreas, pero fueron demasiadas dudosas. El marcador no se movió y, aunque parezca una paradoja, Mendilibar y todo el Eibar respiraron. Es verdad que con el triunfo la clasificación pintaba mucho mejor, pero también lo es que sumar 9 puntos a estas alturas es para el Eibar toda una bendición viendo cómo y dónde estaba a principios de julio.
- FICHA TÉCNICA: EIBAR 1 - CELTA 1
Roberto Ramajo
Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa...