Esaú pierde con la espada un triunfo de peso en Sevilla

Sevilla

No digo yo que hubiera sido un triunfo de Puerta del Príncipe, pero el mal uso de los aceros ha privado al camero Esaú Fernández de dos orejas -una en cada toro- en el segundo y último festejo de la Feria de San Miguel, celebrado este domingo.

Se han lidiado toros de Alcurrucén, desiguales de presentación-más grandón el sexto- y de escaso juego a excepción del primero, un buen toro que fue ovacionado en el arrastre.

Esaú Fernández, ovación tras aviso en ambos.

Borja Jiménez, silencio tras aviso y ovación con protestas cuando intentó dar la vuelta al ruedo.

Lama de Góngora, silencio y palmas de despedida.

En cuadrillas, Curro Robles saludó montera en mano tras banderillear al primero.

La plaza registró media entrada en tarde veraniega.

La crónica

Muy suelto, como toda la corrida, salió el toro que abrió plaza, que además se mostró algo sosito en los primeros tercios aunque ya resultó más animoso el quite por saltilleras de Borja Jiménez. Lo brindó Esaú al respetable y aprovechó la entrega y el recorrido de 'Fatigoso', que así se llamaba el animal, en tres intensas series por el pitón derecho y dos más de mano zurda. Había ambiente de triunfo, pero cuando el camero debió irse a por la espada insistió con una arrucina que le costó un volteretón por fortuna sin consecuencias pero que seguro le mermó para la suerte suprema. De hecho, fueron cuatro los pinchazos previos a la estocada definitiva. En el cuarto, la cosa también empezó con susto. Se fue Esaú a portagayola y el toro se frenó en seco haciendo ademán de oler al diestro, que al levantarse fue prendido de fea manera, aunque tampoco en esta ocasión ocurrió nada. Ya con la muleta, de nuevo brindis al público y no se amilanó el de Camas tras el desarme inicial. Muy al contrario, hubo un par de entonadas series al natural y, con la diestra, bajó algo el toro que ya quedó más sosito y siempre salía del muletazo con la cara por las nubes. Con la espada, peor que en el primero: seis pinchazos, media y tres descabellos.

Borja Jiménez pechó con un primer oponente que iba y venía, pero que decía muy poco en su embestida, soso y sin humillar. Además, también se eternizó con la espada. En el quinto hubo otro susto, esta vez para el banderillero Juan Manuel Raya que salió trompicado de su segundo par y se llevó un volteretón del que no hubo que lamentar males mayores. El toro había sido manso, aunque en los medios pareció que Borja iba a hacerlo romper en su muleta. Fue un espejismo porque el de Alcurrucén se rajó enseguida y el de Espartinas, que en este sí estuvo acertado con el acero, no pasó del empeño.

Volvía Lama de Góngora a La Maestranza, donde tomó la alternativa el pasado abril, para torear su segunda corrida de la temporada y lo que se presumía como oportunidad no fue tal ya que su primero no humilló nunca, embistiendo siempre por encima del palillo y haciendo hilo por el pitón izquierdo. Ante el manso sexto, lama lo intentó pronto y en la mano, yéndose a los medios y aprovechando el fuelle del animal en un par de series. la pena es que ese fuelle le duró un suspiro al de Alcurrucén que enseguida fue a menos y terminó embistiendo al paso.

Los toros volverán a La Maestranza en la festividad del próximo 12 de octubre para el cierre de temporada con la tradicional corrida de la Cruz Roja de Sevilla. De momento se anuncian toros de la ganadería de Las Ramblas para una terna por designar. El festejo comenzará a las 17:30 horas.