Rigau declara "con la conciencia tranquila y segura de no haber cometido ningún delito"

Barcelona

Irene Rigau ha prestado declaración durante cerca de una hora y no ha respondido a las preguntas de la Fiscalía ni de las acusaciones particulares. La consellera se ha limitado únicamente a contestar al juez, Joan Manel Abril y a su propia defensa.

Ha comenzado con ante el magistrado para afirmar que no entendía el porqué de su imputación y que no había desobedecido ninguna orden del Tribunal Constitucional.

Ha insistido en varias ocasiones en que no dio ninguna instrucción ni oral ni escrita a los directores de instituto para que abrieran los centros el 9 de noviembre del año pasado para la votación: "ni yo, ni nadie de mi departamento dio órdenes ni instrucciones a los directores. Que sí se les había informado de la comparecencia que hizo el president de la Generalitat, cuando anunció la celebración de la jornada"

Rigau también ha explicado al juez las diferencias que había entre la consulta suspendida por el Tribunal Constitucional y el "proceso participativo" que finalmente se realizó.

En definitiva, asegura estar "con la conciencia tranquila y segura de no haber cometido ningñún delito."

La consellera ha llegado al Palacio de Justicia de Barcelona arropada por el gobierno catalán en pleno, los diputados electos de ‘Junts pel Sí’ y los de la CUP. También los de Unió Democrática, que han tenido que aguantar el chaparrón de gritos e insultos.

Los aplausos han sido para las fuerzas partidarias de la independencia, que también han tenido que calmar ánimos. El líder de la CUP, Antonio Baños, ha calmado a los que le reclamaban “unidad” y les ha asegurado que “todo saldrá bien” en las negociaciones para formar gobierno.