Autobuses de la EMT rodearán la manzana de Canalejas y tendrán paradas en Sol
El acuerdo alcanzado en la Operación Canalejas, que reduce la edificabilidad y el impacto visual del complejo, suprime la planeada estación subterránea de autobuses
Madrid
Menos viviendas de lujo y habitaciones de hotel, en definitiva, menos volumen edificable. Este es el ‘peaje’ que ha de pagar el Grupo Villar Mir, con un recorte de su volumen de negocio, para seguir adelante con el proyecto. Ayuntamiento de Madrid y Comunidad han escenificado el acuerdo este martes en el Palacio de Cibeles, junto a la empresa OHL y el Colegio de Arquitectos (COAM), sobre la base de esa modificación. Las plantas superiores serán retranqueadas para mejorar el impacto visual desde las calles Arenal y Mayor.
El acuerdo de "retranquear" los cuatro lados de los cuerpos superiores del complejo Canalejas reducirá la sensación de "invasión" y "agresión visual" en esa zona próxima a Sol, haciéndolo "más amable e integrado en ese entorno protegido, según la directora general de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, Paloma Sobrini. Así lo ha explicado en rueda de prensa, junto con el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, y responsables del Grupo Villar Mir, del Colegio Oficial de Arquitectos y del Estudio Lamela de arquitectura.
Además, con esta nueva solución, los siete edificios serán tratados de forma individual para preservar su identidad, y no como un cuerpo homogéneo. La infraestructura subterránea tendrá dos plantas, y no tres; una para el actual aparcamiento y la otra para la carga y descarga del propio complejo y de los comerciantes de la zona.
Otra de las novedades es que el área peatonalizada será mayor de lo previsto y se cambiarán las paradas de autobuses de la calle Sevilla, todavía sin una ubicación definitiva. Con el nuevo proyecto, los autobuses de la EMT podrán girar por la plaza, rodeando el edificio de Apple, en la Puerta del Sol, donde habrá nuevas paradas.
La intención de la empresa, que invertirá 500 millones, es que el proyecto genere 40 millones para las arcas municipales y la creación de 5.000 empleos directos.
El responsable del proyecto, Francisco Meliá (grupo Villar Mir) ha asegurado que la cadena Four Seasons "está comprometida con el complejo proyecto y lo ve como una prioridad", y ha recalcado que el grupo hotelero tiene gran experiencia en gestionar edificios históricos en varias capitales del mundo.
El arquitecto Carlos Lamela ha destacado la "complejidad extrema" de la obra y el "abandono total" en que estaban los edificios, dos de los cuales son Bienes de interés cultural (BIC), y que "si durante la obra ha habido algún fallo, se ha dialogado con las administraciones".
Sobre la admisión a trámite por parte del juzgado de Primera Instancia número 54 de Madrid de una demanda para paralizar las obras, Meliá ha dicho que no han recibido "ninguna comunicación del auto" y que se han enterado por la prensa, pero considera que se trata de "una demanda civil", dado que el Ministerio "ya ha denegado la existencia de un expolio" de patrimonio. El juez ordenó el pasado viernes la “suspensión inmediata” de la obra tras la denuncia planteada por la sociedad R&A Palace Gestión por los daños al patrimonio detectados. La versión del Ayuntamiento es que esa paralización es un proceso independiente del acuerdo de este martes en Cibeles.
Paralelamente, la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo, según el documento al que hemos tenido acceso, también investiga los hechos “al existir indicios de la comisión de un delito de daños contra el patrimonio”. El equipo de Carmena defiende que sólo otorgará la licencia que falta si no va en contra de la legalidad.