Laura Seara no es Irene Lozano

Santiago de Compostela

"Es una prueba evidente de que el proyecto del PSOE es ilusionante. Ahora son muchas las personas que se quieren sumar a este barco mientras hay otros barcos, como el del PP, del que directamente se bajan". La que hablaba era Sara Hernández, secretaria general de la Federación Madrileña, durante el Comité Federal de los socialistas que aprobó las candidaturas a las elecciones generales. Así pretendía acallar las críticas al fichaje de la ex diputada de UPyD, Irene Lozano.

Lo curioso es que unos argumentos prácticamente calcados fueron los que usó el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, para justificar la sustitución por dos independientes de las candidatas al Congreso y el Senado por Ourense elegidas por la militancia.

La inspectora de trabajo Rocío de Frutos y el que fue jefe superior de Policía de Galicia, Luis García Mañá, serán los cabezas de lista impuestos por la Comisión Federal encargada. Sustituyen a la actual diputada Laura Seara y a Teresa Taboada. Las dos están ubicadas en el sector crítico del socialismo gallego —muy vinculadas a Pachi Vázquez— pero, además, Seara es también muy próxima a Eduardo Madina, el que fue rival de Pedro Sánchez en la lucha por la secretaría general del partido.

Desde Madrid, Besteiro —señalado por las afectadas como "responsable directo del veto"— intentaba huir de la polémica y por eso se limitó a destacar "el paso adelante de dos personas sin carnet que deciden comprometerse con el PSOE". Como si fuesen Irene Lozano.

Sin embargo, ese paso adelante no había contado con el respaldo de la militancia. La candidatura de Seara obtuvo 427 votos frente a los 225 de de Frutos mientras que la ventaja obtenida por Taboada ante Mañá (525 papeletas contra 228) era todavía superior. Por eso, la aún diputada habla de "quiebra del principio fundamental de democracia interna". La respuesta, hablando de Irene Lozano, se la daba el propio Pedro Sánchez en su intervención a puerta cerrada ante el Comité Federal. "El partido no es patrimonio exclusivo de los militantes, sino de los ciudadanos progresistas que quieren cambiar España".