Contra la crisis, André Gomes (3-0)

Valencia

Es pronto para hablar de reconciliación, pero más partidos como el de anoche en Mestalla servirán para que la sufrida afición del Valencia se enchufe de forma definitiva al equipo que dirige Nuno Espirito Santo esta temporada. Con 12 puntos en las primeras 8 jornadas de Liga, el conjunto blanquinegro se aproxima a territorio europeo y afronta con garantías los dos próximos partidos contra Gent y Atlético de Madrid. 

El esfuerzo colectivo y el buen juego del Valencia durante el primer tercio del encuentro le sirvieron para encontrar premio a pelota parada. En el 19, una falta de Miguel Torres a Santi Mina fue botada por Pablo Piatti. El envío del zurdo no llevaba márchamo de gol, pero Charles metió la puntera para envenenar el balon que iba a acabar convirtiéndose en el 1-0. Él no quería. La afición de  Mestalla, que tras la derrota en San Mamés acudía recelosa al estadio, pudo comenzar a relajarse y disfrutar la noche. 

Mucho más cuando, un cuarto de hora después, Andre Gomes se inventó una genialidad solo reservada para jugadores únicos. El talentoso centrocampista portugués recogió un balón rechazado en la frontal y tras dos recortes con cambio de pierna incluida en un palmo de terreno se adentró en el área para fusilar a Kameni con la izquierda. Golazo. 

La placentera travesía hacia la victoria solo tuvo un momento de zozobra. En la recta final de la primera parte, una internada del Málaga por la derecha culminó con un penalti inexistente por una supuesta mano de Aderllan Santos que realmente fue pecho. Agigantando su figura en esta temporada de estreno con el Valencia, Jaume Doménech sacó una mano providencial para detener el zurdazo de Duda desde los once metros. Mestalla se arrancó de forma espontánea a corear el nombre del guardameta de Almenara. Al descanso, 2-0. Oro puro. 

Entre que los jugadores a las órdenes de Nuno comenzaron a pensar en el partido de Champions League ante el Gent y que el Málaga no pudo superar el golpe mental del fallo en el penalti, la segunda parte fue un mero trámite. Hasta que, ya en los minutos finales, Danilo Barbosa emuló a Andre Gomes con una internada desde el carril izquierdo que solo pudo parar Albentosa cometiendo penalti. Parejo hizo el tercero de la noche con un toque sutil por el centro de la portería. Y todos -los valencianistas, claro- tan contentos.